CAPITULO 11

134 31 141
                                    

Carter salió por la puerta de la residencia decidido a ponerle fin a este infierno autoinfligido de una vez por todas. Llevaba el bolso con el dinero que robó, que no era mucho, a decir verdad, y su arma enganchada en el cinturón de su pantalón.

Seth siempre tuvo una obsesión casi patológica con el dinero, pero Carter estaba confundido esta vez porque realmente no se habia llevado tanto como para que él hiciera tanto escándalo. Lo consideró un monto simbólico porque, cuando se fue de su casa, tendría que vivir de algo y no se sentía cómodo volviendo a su casa después de tantos años de ausencia inexplicables. Además, consideró que el dinero, después de todo, le pertenecía en cierta forma. Era un pequeño reconocimiento por todo lo que él dejó atrás para ayudarlo, incluyendo sus principios.

Carter lamentaba haber hecho a su familia pasar por esto. Realmente lo lamentaba porque, desde que se fue, estuvo convencido de que, pasara lo que pasara, él podría solucionarlo solo. Como hizo siempre desde que se fue de su casa. Jamás quiso poner en peligro a nadie y esa fue la principal razón por la que nunca regresó a su casa, luego de haber escapado de la casa de Seth. No pertenecía a Seth, pero tampoco pertenecía con su familia. La casa de Seth ya no era su hogar, pero la de Michael, Rachel y Nathan tampoco lo era del todo. No pertenencia a ningún lado.

Pero cuando Nathan llamó diciendo que Michael se casaría, no se pudo contener y decidió que tenía que verlo por sí mismo. Parecía mentira que realmente, luego de todo lo que pasó, Michael se haya atrevido a iniciar una nueva relación y se haya animado a enamorarse de nuevo.

Tenía sentimientos encontrados. Lo enfadaba a la vez que se alegraba por él de una forma muy extraña.

En cuanto a Amber, bueno. Eso era un capítulo completamente aparte. No podría decir si le agradaba o no, pues no la conocía lo suficiente. ¿Confiaba en ella? Pues... tal vez no lo suficiente. Tenía un aura algo extraña a su alrededor.

Finalmente, estaba Rachel. Era una niña complicada, siempre lo fue. Sabía que ella nunca lo perdonó por haberse ido, pero no había nada en ese momento que a Carter se le pudiera ocurrir para aliviar toda la rabia que llevaba dentro. Gracias a dios, algo, lo que sea a esta altura ya no importaba qué, pero algo hizo que ella decidiera no echarlo de patitas a la calle cuando se enteró del asunto de Seth. En su momento, actuó como si fuera un despreocupado que se las podía arreglar solo, pero, francamente, no estaba muy seguro de qué hubiera sido de él esta vez si lo hubiera echado de verdad. Pero, él lo sabía, la psicología inversa siempre funcionó con ella.

Estaba a pocos metros de la casa de Seth y decidió buscar un lugar donde aparcar el auto que fuera lo menos visible posible. Hubiera venido en transporte público, pero eso hubiera impedido una salida rápida en caso de ser necesario. Vivir con Seth le había preparado para estar listo para lo que sea.

Bajó del auto, una vez que encontró un aparcamiento, y se acercó a la puerta de entrada a pie.

En cuanto estuvo parado frente a esa puerta,  observando los perímetros antes de entrar, la rabia y el enojo empezaron a crecer dentro de él incontrolablemente.

Se sentía estafado y engañado, como aquellas personas que apuestan sus ilusiones alrededor de una promesa maravillosa de futuro. Personas como Seth jugaban con esas ilusiones, con la gente desesperada, desamparada y con aquellos que, al menos a simple vista, no tenían adónde huir ni adónde escapar. Él se aprovechaba de las personas que no tenían más opción que aceptar la limosna que él ofrece y luego, los exprimía para los más viles propósitos. Si alguien, en algún momento, decidiera revelarse contra lo impuesto arbitrariamente por él, ahí era cuando se desataría el infierno. Iría detrás de ti, pero no solo eso, sino que también se metería con tus amigos, con sus amigos, con tu familia y con sus conocidos. Básicamente, con todos los seres humanos que te rodeaban por más remota que fuera la conexión.

BEHIND USDonde viven las historias. Descúbrelo ahora