BEHIND US

CAPITULO 13

A la mañana siguiente, Carter y Michael se encontraban en el salón. Estaban sentados uno frente al otro con una taza de café, pero ninguno estaba haciendo ni diciendo nada. Los dos tenían miedo de decir la primera palabra. Rachel y Nathan no estaban por ninguna parte. Nathan posiblemente estuviera durmiendo, como siempre, y Rachel, bueno, nunca se sabía dónde estaba en realidad.

Michael fue el primero en animarse.

—Carter, yo.... —llamó la atención de Carter, quien levantó la cabeza. Michael sentía que debía hablar más sobre el tema.

Carter frunció el ceño

—No quiero hablar más de ello —dijo Carter. Se sentía un estúpido evitando el tema de si es un Romwood o no, pero simplemente no estaba de humor para lidiar con ello ahora —. No cambiará nada, ¿no es así?

Michael asintió con la cabeza. Carter continuó hablando, cambiando de tema.

—Así que.... —se aclaró la garganta—. Ya estás casado, ¿eh? ¿Cómo te sientes?

Michael suspiró.

—Pues... la amo. Eso está claro. Es como si hubiera aparecido con una bandita adhesiva a arreglarlo todo. Es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo. Ella es cariñosa, amable, hermosa...

Carter suspiró y su corazón se estrujó con la realización de lo que ese monstruo había implantado en el corazón de su padre.

—En la cama es...

—Ya ya. Listo. Demasiada información —lo interrumpió Carter riendo junto a Michael —. Y... ¿qué más sabes sobre ella?

Michael parecía pensativo.

—Pues... tiene una hermana menor, su padre es un enorme gigante, mejor no meterse con él, no conoció a sus padres biológicos y de niña vivió con su padre adoptivo y su novia.

—¿Y... eso es todo?

Michael se encogió de hombros.

—Ella me hace feliz. ¿qué más necesito saber?

—Pues... no lo sé, hombre. Saber cómo se compone el árbol genealógico de alguien no es precisamente "conocerlo" si sabes a lo que me refiero.

—Sé lo que debo saber.

Carter quiso introducir una pregunta más. No iba a revelar nada, por ahora. Lo haría a su debido tiempo cuando las cosas se hubieran calmado y Michael se pudiera hacer cargo de esto con tranquilidad.

—Hablando de Roma, ¿Dónde está Amber?

—Pues... ella me dijo que pasaría el fin de semana en casa de una amiga.

«¿Así nada más? Ni siquiera lo elaboraste un poco, Amber», pensó Carter con el corazón destrozado. «¡Que hija de perra!».

—No creas todo lo que oyes —dijo Carter poniéndose de pie, palmeando la espalda de Michael y dirigiéndose a la cocina.

Sentía que había tirado una granada que tardaría unos días en explotar. Él solo esperaba que explotara lejos de él.

Michael se puso de pie y lo siguió a Carter hasta la cocina.

«Oh, no. A veces eres simplemente un estúpido», se regañó Carter a sí mismo mientras huía de Michael y su rostro lleno de confusión.

—¿Estás sugiriendo que no debería creerle? —preguntó Michael.

Carter sonrió de lado mientras se servía un café en una taza.

—Yo no te diré lo que tienes que hacer.