BEHIND US

CAPITULO 10

Rachel se transportó en su auto hasta el puente Brudge pensando a qué lugar podrían ir a tomar algo. No parecía apropiado conversar sobre sus vidas en medio del puente. Le tomó un poco más de media hora llegar hasta allí y encontrar un lugar donde aparcar el auto.

No había muchas personas alrededor del puente ese día, en ese horario. Era un puente peatonal, pero no había gente cruzándolo ahora mismo.

Se bajó del auto, caminó hasta el puente y vio que Brooke ya estaba allí. Era raro ya que, en el grupo de amigas, Brooke siempre fue la impuntual. Por mucho.

«Wow. Algo realmente grave debe haber pasado», pensó Rachel.

Ahora ya estaba realmente preocupada.

Brooke estaba parada en mitad del puente, con sus codos sobre la barandilla, mirando al horizonte del lado izquierdo del puente.

En cuanto Rachel se acercó un poco más e hicieron contacto visual, Brooke se irguió poniendo el cuerpo rígido, como si no esperara encontrarla allí. Abrió los ojos y la miró como si Rachel fuera un fantasma de alguien que creyó muerta hace años.

Rachel aceleró un poco el paso, convencida de que algo realmente grave le estaba ocurriendo.

Luego, lo vio.

Un enorme hombre, alto como un mástil y de espalda muy ancha, se materializó detrás de Brooke, apuntó con una arma directo a la cabeza de su amiga y martilló.

La expresión y la actitud de Brooke cambiaron visiblemente cuando escuchó el martilleo del arma a sus espaldas. Empezó a llorar y temblar incontrolablemente, pero mantuvo su cuerpo rígido.

Rachel lo vio con los ojos abiertos, sin poder creerlo.

No sabía qué hacer. No sabía qué pensar. Estaba intentando con todas sus fuerzas reconocer al hombre detrás de Brooke, pero le fue imposible. No lo conocía de nada, no había nada que pudiera decirle para conectar con él o persuadirlo de alguna forma. Era imposible que Brooke le hubiese tendido una trampa, ella era una víctima más en todo esto.

Rachel estaba paralizada en el sitio. No se podía mover aunque lo intentara. Brooke lloraba cada vez más fuerte y Rachel la analizó con más atención. Brooke tenía varios moretones viejos por muchas partes de su cuerpo incluyendo sus piernas, tobillos y brazos. También tenía algunas cicatrices y cortes cubriendo su cuerpo.

«¿Hace cuánto que viene ocurriendo esto?», se preguntó Rachel.

Intentó buscar ayuda de alguien en los alrededores, pero parecía que todo el mundo se había empeñado en no prestarle atención.

Rachel intentó comunicarse con Brooke.

—No te muevas —le murmuró Rachel. Estaban bastante cerca, así que probablemente la escuchó porque sus sollozos se detuvieron.

Rachel intentó sonreírle.

—Rachel Romwood, ¿cierto? —dijo el hombre detrás de Brooke.

Tenía la voz más profunda que hubiese escuchado.

Rachel se irguió de repente moviendo su atención al hombre.

—Así es —dijo con todo el coraje que pudo reunir. De todas maneras, su voz temblorosa hizo que no saliera como esperaba.

El hombre rio.

—Sabía que funcionaría —dijo el hombre.

Se hizo un silencio que duró unos segundos, pero a Rachel le parecieron eternos. Brooke comenzó a llorar otra vez.