Given | minchan

Final

Estaban afuera del departamento de Hwang.

Después de aquella escena en el puerto, sin pensarlo dos veces, decidieron contarle a los mayores sobre la situación, antes de decidir precipitadamente algún tipo de relación.

Porque sí, Minho confesó sus sentimientos después del australiano y claramente después de salir de su pequeño trance.

Tocaron la puerta tres veces con las manos sudorosas pero sonriendo perdidamente enamorados.

Hyunjin abrió la puerta encontrándose con la sorpresa de la visita inesperada de aquel par aunque ese día lo tuvieran libre, así que un tanto inseguro los dejó pasar a su departamento.

—Nos vimos ayer, ¿acaso sucedió algo? —preguntó el de cabello largo curioso.

—Queríamos hablar de algo... —susurró Lee nervioso.

—Tengo que salir al trabajo pronto, así que vayan al grano, por favor.

Los tres se sentaron en el comedor en un silencio un poco incómodo, mientras Hwang se agarraba el cabello con una ceja alzada esperando a que alguno de los dos chicos hablaran.

—Queríamos anunciarte, o más bien, queríamos discutir algo contigo...

Entonces Minho dió la noticia.

Y entonces Hyunjin estaba a nada de caerse de la silla.

—No... Por supuesto que no... ¿Cómo? Aguarden... —balbuceaba nervioso —. ¿Están saliendo? Aún no están saliendo, ¿o sí?

—Aún no. Acabo de declarármele —respondió tranquilo el rubio.

—¡Esperen! ¿Changbin sabe de esto?

—Seguramente, él me aconsejó el otro día —esta vez respondió el pelinegro, temblando un poco por la respuesta de su mayor.

—Lo sabe, me llamó la atención antes del concierto —dijo Bang tratando de ayudar a su casi novio.

Mientras tanto Hwang tomaba entre sus manos su taza con té con mucha fuerza mientras su cabeza estaba hecha un lío.

—Ese maldito... Su apuesta fue mucho más peligrosa de lo que pensé... —se dijo para sí mismo tratando de recobrar su postura.

—¿Hyung? —habló Chan tratando de hacer que su mayor reaccionara, lográndolo casi al instante.

Levantándose de su lugar con una mano en su pecho (siendo tan dramático como siempre), vio a los dos menores tratando de ver alguna pizca de duda que le dijese que todo fuese broma, pero solo vió determinación en aquel par de miradas.

—Minho, tú mismo dijiste que las parejas se podían ir al infierno —recordó casi como un regaño cuando el menor había comentado semejante barbaridad en un día de ensayo, justo un par de meses antes de conocer a Bang.

—Compréndelo, por favor... Nos esforzaremos.

—¡¿Es en serio?!

Lee se levantó de su silla y se inclinó hacia el mayor, dándole una formal reverencia que esta vez dejó al de la coleta sin aire.

—Compréndelo, por favor. Nos esforzaremos. Puede... No. Sé que daremos algunos problemas, pero...

Christopher al mirar al chico que tenía a su lado también se levantó, pero antes de poder decir algo, Hyunjin se volvió a sentar, escondiendo su rostro entre sus manos y suspirando, diciendo por fin su última palabra.