Given | minchan

Bonus Track 0.02

Hwang y Seo estaban juntos en su cafetería favorita conversando acerca de sus trabajos.

Aquellas salidas ocasionales eran bastante normales, al ser los dos mayores y además de ser amigos desde hace varios años, siempre frecuentaban aquel lugar solo para hablar de sus vidas, y ese día no era la excepción.

—¿Sabes? Conocí a alguien en la universidad —contó Changbin bebiendo de su café despreocupado, sin notar la leve mueca que formó el mayor —.  Es bastante genial y además es guapo.

Si bien Hwang sabía que el otro chico era orgullosamente bisexual, al escucharlo hablar acerca de un chico lo irritaba, pero como todo buen mayor no demostraba sus verdaderos sentimientos, ya que pensaba que prácticamente era inútil, ya que su relación jamás avanzaría a ninguna parte ni porque lo deseara tanto.

Así que indiferente y tranquilo solo gruñó como asintiendo a que el más bajito continuara hablando, siguiendo casi inmediatamente.

—Me invitó a salir esta noche, ¿crees qué debería ir?

—¿Por qué me preguntas eso? Al final terminarás haciendo lo que quieras —escupió con desdén, lo que hizo que Seo se sorprendiera por su actitud.

Pero la respuesta del baterista lo hizo enojar aún más.

—Tienes razón, y creo que pasar esta noche con alguien es tentador. No he tenido a nadie interesante últimamente.

Y esa fue la gota que rebalsó el vaso.

—¿Sabes qué? Me voy, al fin y al cabo tu "chico interesante" te espera en unas horas para follar, deberías ir a prepararte o yo que sé. Yo solo salgo sobrando aquí, como siempre.

Levantándose de su lugar y dejando un par de billetes en la mesa, salió disparado de la cafetería, reteniendo las lágrimas y ocultando su rostro con su bufanda, ya que era época invernal y justo se encontraba nevando.

No podía entender el por qué Seo Changbin, el chico más perspicaz que había conocido en su entera vida y que se dió cuenta del amorío de Lee y Bang antes que nadie, no podía notar lo que sucedía con su alrededor, y por alrededor se refería a él mismo.

Si los dos menores se habían dado cuenta meses atrás de sus sentimientos hacia el baterista, ¿por qué él no se había percatado de nada?

Tenía dos teorías: o Seo era lo suficientemente tonto para no darse cuenta o simplemente ya sabía todo pero lo ignoraba olímpicamente para no arruinar ni su amistad ni a la banda.

Después de un par de segundos debatiendo mentalmente, se decidió por la segunda opción, lastimándolo aún más en el proceso.

No se dió cuenta en que momento llegó a aquella casa la cual siempre se refugiaba cuando momentos como estos sucedían o simplemente cuando estaba lo suficientemente borracho como para llorar por horas, buscando el consuelo de su único amigo.

Sin pensarlo dos veces, tocó la puerta de madera cuatro veces, cuando un par de segundos después esta fue abierta por un pelinegro que lo miró con preocupación, dejándolo pasar sin preguntar nada.

Como si fuese su propia casa, caminó hasta la sala, donde se acostó boca abajo, para después sentir como el lugar que quedaba desocupado se hundía, sintiendo como una fuerte mano acariciaba su cabeza, comenzando a llorar por fin.

—¿Ahora qué pasó?

Hyunjin levantó su mojado rostro para mirar a la cara a Jinyoung, quien le hablaba con tanto cariño que incluso podría confundirlo por su madre.