Capítulo 23

1K 178 107
                                    

Christopher iba caminando por el centro de la ciudad, justo había salido de su ensayo por lo que decidió aprovechar el tiempo para comprar cuerdas de repuesto.

Meses atrás, Minho le había enseñado un par de tiendas de instrumentos para comprar distintas cosas necesarias, por lo que ha se sabía el camino de memoria.

Al llegar a la tienda buscó el estante de cuerdas, admirando los diversos paquetes que no lograba diferenciar, hasta que un ligero golpe en la cabeza lo sacó del pequeño debate mental que tenía en ese momento.

—¡G'day mate! —dijo Felix sonriéndole con un Seungmin abrazándolo por la espalda un tanto adormilado.

—Lix, en primera ya son las siete de la noche, y en segunda no puedes ir saludando a la gente con un golpe en la cabeza —le reprendió Kim cansado soltándose del abrazo.

—¡Pero hacía bastante que no lo saludaba así! ¿Verdad, Chan?

Bang riéndose por la actitud de sus dos amigos (las cuales no habían cambiado con los años), respondió igual de alegre —Está bien, Seungmin. Me alegra verlos.

—¿Vienes de ensayar? —preguntó el castaño.

—Sí. Oigan, ¿cuál de estas cuerdas no se rompen? —preguntó el rubio observando los cientos de paquetes de diferentes colores.

Ambos chicos se miraron entre sí y ahogaron sus risas, sabiendo que Bang siempre había sido un poco iluso por lo que no les sorprendía aquel extraño comentario de su amigo.

—Eso no existe... ¿Por qué preguntas? —respondió Lee curioso.

—Porque el otro día se me rompió aunque estaba casi nueva.

—¿Ocultas limas entre los dedos? —respondió burlón.

—¡Claro que no!

Pasaron un par de segundos en silencio, hasta que el otro australiano se encontró serio, listo para preguntar lo que quería.

—¿Seguirás con la banda?

Kim veía la situación queriéndose reír de su mejor amigo por no saber disimular, aunque sabía que con Bang podías pasar por desapercibido sin esfuerzo alguno, por lo que no se entrometió en la plática.

—Sí, de hecho volveremos a presentarnos —respondió Chan.

—Supongo que podría ir a verlos si me sobra tiempo.

—No tienes que hacerlo. No vayas si no quieres.

—¡¿Qué...?!

—Dijiste que te faltaba tiempo...

—¡Dije que iría si me sobraba el tiempo!

—Vamos, vamos, no peleen aquí, parecen niños —dijo Seungmin al ver que Lee se comenzaba a exasperar —. Tenemos que irnos. Cuídate, Chan, nos vemos pronto.

Y sin más, sacó a Felix de la tienda y caminaron silenciosamente hacia sus casas.

El pecoso iba maldiciendo por lo bajo mientras caminaba, por lo que Kim tuvo que preguntar preocupado por su amigo.

—¿Pero qué tanto hablas solo?

—Demonios, no le veo el encanto a ese tipo.

—¿Quieres que te recuerde quién vino llorando hasta a mi después de cierto concierto de cierto amigo porque estaba exageradamente feliz de que por fin pudiese cantar además de haberme mojado mi suéter por haberse colgado a mi como un koala? —preguntó el más alto con una ceja alzada, sonrojando de inmediato al australiano.

Given | minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora