Capítulo 21

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Minho recordaba por fragmentos lo que había ocurrido la noche anterior en el concierto.

Al llegar a casa después de haber cenado con su hermana se dirigió directo a la bañera, dándose una rápida ducha para después caer como un saco de papas en su cama totalmente exhausto.

Había olvidado la emoción que sentía cada vez que subía al escenario, sabía perfectamente que aquel sentimiento renació por aquel chico, y ahora seguro de su palabra, podía decir que estaba enamorado.

Sentía mariposas en el estómago al recordar los momentos un tanto borrosos de la canción que volvió loca a la audiencia desde el primer momento, tratando de recordar lo que había hecho después de la presentación ya que no lo tenía muy claro, pero un grito horrorizado de parte de su padre lo sacó de su ensoñación.

—Mi-Misuk, ¡espera un poco, Misuk! N-No lo hagas... —decía desde la sala el mayor.

El menor de los Lee salió de su cuarto para saber que era lo que pasaba, si de por sí ya era extraño que su papá pasara a su departamento sin avisar antes, era doblemente extraño escucharlo gritar. Pero el pelinegro al ver la escena lo entendió todo.

—¡¿Q-Qué crees que haces?! —preguntó igual de nervioso.

Por lo mientras, Lee Misuk lloraba mientras se cortaba el cabello rebeldemente con las tijeras de la cocina, claramente asustando a los dos hombres que estaban junto a ella.

—¿Qué no ven? Me rechazaron por segunda vez —dijo entre sollozos furiosos.

—¿Cómo? ¡¿No estabas saliendo con alguien?! —preguntó confundido el mayor.

—¡Resulta que vi algo que no tenía que ver y me enteré de la peor manera de que él...! En fin, ¡el problema es que siempre fue unilateral! Encontraré un hombre mejor —respondió gritando.

—¿Changbin-hyung te rechazó de nuevo? Ahora entiendo porque anoche me invitaste a cenar cuando solo estabas bebiendo... —susurró Minho casi inaudible. Casi.

Misuk lo miró con una mirada asesina para después perseguirlo con las tijeras en mano mientras su padre corría detrás de ella. Por suerte, el menor logró escapar de su demente hermana saliendo del departamento, sin saber realmente a donde ir hasta que se le pasara el enojo a la mayor. Pero como un milagro, una notificación en su celular lo salvó, o al menos eso creía hasta que recordó cierto detalle.


[Hyunjin-hyung]
Channie me dijo que estaba enfermo, pero estoy en mi trabajo y no puedo salir, ¿qué tal si lo vas a ver tú?
                                                                                    11:48 am


Channie. Enfermo. Ir a su departamento. Christopher...

—¡Santa mierda!

Lo siguiente fue sentarse en forma fetal en medio del pasillo mientras un fuerte rubor cubrió su rostro.

Su cerebro ahora reproducía aquella noche como un casete en reversa, recordando minuto por minuto hasta que llegó al momento de las escaleras, ese maldito momento en el que su cerebro estaba en blanco y no supo controlar las extrañas ganas de besar al australiano, arrepintiéndose un poco de sus impulsos.

Given | minchanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora