"You're All That Matters To Me" - Justin Bieber & _____Smith (Erótica-Romántica)

Parte 10 4/?

Justin y yo opinamos de unos cuantos. Alfredo tomaba fotos de todo con su cámara. Los chicos tomaban también fotos. Hasta que llegaron los que todos estábamos esperando; Mickey y Minnie. Los dos en una pequeña pista de patinaje. Los dos agarrados de las manos mientras patinaban para aquí y para allá.

-Aw, súper tiernos – Dije, sentí a Justin reír.

-Minnie debe estar celosa – Susurro en mi oído. Mire como el carrusel de iba.

-¿Por qué? – Pregunte.

-Por que saltaste arriba de Mickey. ¿Recuerdas? – Siguió susurrando, eche mi cabeza hacia atrás y reí.

-Oh por dios, no me lo recuerdes – Dije.

-Tienes un cuello muy apetecible…y tenerlo al frente mío me están dando ganas de morderlo y chuparlo, y hacer que gimas mi nombre – Susurro con voz ronca, temblé en sus brazos y puse mi cuello recto.

-Hay gente tomando fotos, Bieber. Relaja tus hormonas – Dije divertida, el gruño.

-¿De verdad quieres ver el show del castillo? Podemos irnos – Susurro. Me encantaba la idea, de verdad que lo deseo y mucho. Pero…era mi primera vez aquí y el castillo… ¡Puedes venir otro día! Tienes razón…Siempre tengo la razón.

 

-¿Qué quieres tu? – Pregunte volteando mi cabeza para verlo.

-Tenerte en mi cama, gimiendo mí nombre, sintiéndote, desnuda debajo de mí, sudada y pidiendo más – Susurro, sentía algo creciendo en mi trasero.

-¿Qué esperas, entonces? – Susurre, el gimió levemente y se separo de mi.

-Hey, chicos. _______ no se siente bien. Si quieren quédense un rato mas, la llevare a mi casa para darle algo – Dijo Justin, ellos asintieron.

-¿Qué tienes? – Pregunto Alfredo, mire a Justin.

-Dolor de cabeza. – Dije, el asintió y se dirigió hacia Justin. Hablaron en susurros y luego los dos asintieron.

-¿Los acompaño hasta el auto? – Pregunto Jack. Justin negó.

-No, tranquilo. No nos pasara nada – Dijo poniendo su capucha y lentes. Yo me puse los lentes.

-Gracias, chicos. Espero verlos pronto – Me despedí de cada uno y luego seguí a Justin. Me puse al lado suyo. – Mentiroso – Reí, el me miro.

-Se lo creyeron, eso es lo que importa – Se encogió de hombros, sonreí y negué con la cabeza. Salimos del parque y nos dirigimos para tomar el “carrito” que nos dirigía hacia el estacionamiento.

Uno se estaciono al frente nuestro y las pocas personas que esperaban se montaron. Nos montamos en lo último, adelante no había nadie, por lo que podíamos ir tranquilos. Nos sentamos y el señor cerró la puerta. Mire el cielo y comenzaba a oscurecer y a hacer mas frio. Temblé el sentir una brisa fría pasar por nosotros.

-¿Tienes frio? – Pregunto Justin, negué con la cabeza pero volví a temblar. Sentí su brazo por mi hombro pegarme a su pecho. Sentí su mano agarrar la mía – Estas helada – Dijo. Me acurruque en su pecho y cerré los ojos sintiendo el calor de nuestros cuerpos. Sus labios me dieron un beso en la frente y sonreí.

-Eres todo un tierno – Dije levantando mi cabeza para verlo, el sonrió de lado y beso mi nariz.

-¿Qué puedo decir? – Se hizo el engreído, sonreí y le pegue en el pecho.

-Controla tu ego – Dije divertida, el rio y me abrazo nuevamente.

A los minutos llegamos y nos bajamos, Justin volvió a pegarme a su pecho. Pasábamos como personas normales por ahí. Nadie miraba a Justin, bueno. Era de noche y tenía una capucha que tapaba su cara y también unos lentes.

Nos montamos a las escaleras eléctricas y estas nos llevaron hacia arriba. Pase mi brazo por la cintura de Justin y suspire. Nos bajamos de estas cuando llegaron y buscamos el auto. Justin saco la llave de su bolsillo y lo abrió. Me abrió la puerta de pasajero y le agradecí. Me subí en él y el cerro la puerta, a los segundos estaba al lado mío. Metió la llave y prendió el auto haciéndolo rugir. Pronto la radio se prendió para dejar pasar a una canción desconocida para mí.

Me voltee a ver a Justin, se estaba quitando la capucha junto con los lentes. Me quite los lentes y el gorro. Voltee a mirar a Justin, el cual ahora me estaba mirando. Bajo su mirada hacia mis labios, paso la lengua por los suyos. En un acto rápido sus labios estaban en los míos.

Gemí involuntariamente, lleve mis manos a su cuello y lo pegue a mí. Sentí sus manos en mi cintura, moviéndolas hacia mi trasero, para luego levantarme y en un acto rápido quedar ahorcadas sobre su cuerpo. Jadee en sus labios al sentir su entrepierna en mi muslo. Puso ambas manos en mi cintura y me echo mas para adelante haciendo que su entrepierna quedara en la mía. Me separe de sus labios para gemir fuerte. Lo mire a los ojos, el bajo su mirada hacia mis labios – de seguro rojos por el candente beso – y se lamio los suyos, que por cierto estaban rojos y mas que apetecibles. Moví mis caderas hacia adelante haciendo que los dos gimiéramos.

-Oh, nena – Gimió, echo a cabeza hacia atrás. Baje mis labios hacia su cuello y comenzó a dejar pequeños besos húmedos por él. Moví mi cadera una vez más. Justin gruño y me beso nuevamente los labios. Sus manos se dirigieron hacia mi trasero y lo apretaron haciendo que un gran gemido saliera de mis labios. Abrí mis labios, haciendo que el también los abriera y tuviera la oportunidad de meter su lengua en mi boca, haciendo que tuviéramos una lucha de lenguas. Gemí al sentí como me sentaba nuevamente en su miembro. Me separe de el por aire. Me echo hacia atrás haciendo que la bocina del auto sonara. Nos quedamos quietos, mire los vidrios y estaban empañados. Me sonroje ante eso. - ¿Ahora estas helada? – Susurro divertido, me reí.

-¿Por qué no lo averiguas por ti mismo? – Susurre en su oído. Lo sentí gruñir por lo que reí.

-Diablos, lo que te haría – Susurro comenzando a besar mi cuello. Arquee mi espalda – Pero – Detuvo los besos – No podemos, no aquí. Te quiero en mi cama – Susurro, puse mis manos en sus mejillas y lo mire a los ojos.

-¿Cómo manejaras con esto aquí? – Baje la yema de mi dedo por su pecho hasta quedar en el bulto de su pantalón. El sonrió de lado.

-Me las arreglare – Se encogió de hombros, sonreí y me acomode en el otro asiento. Me puse el cinturón, sentí los cálidos dedos de Justin en mi barbilla volteándome hacia él. Sentí sus labios en los míos. – Ahora sí, vamos – Susurro en mis labios.

                               

Se separo y puso en marcha el auto. Mentiría si dijera que no estoy nerviosa. Diablos, casi lo hacemos en el auto. Suspire con la nariz y mire por la ventana perdiéndome en mis propios pensamientos.