DARKNESS II ©

Capítulo 30

Danthaniel.

Los escucho discutir.

Ryden replica lo que dice Tessa y ella se dedica a cuestionarlo, tan encerrada en su burbuja de fantasía. Apoyo la cabeza en el sofá y me froto el rostro, tratando de que la exasperación no se apodere de mí; ya he tenido suficiente con la discusión que tuve con mi padre. 

Minutos después, Ryden baja las escaleras totalmente cabreado, toma las llaves de su auto y se marcha sin decir una palabra. Resoplo con pesadez, tan cansado de todo esto. Todos ellos consumen mis energías.

¿Cuánto más tendré que soportar?

Mi celular vibra en el bolsillo de mi pantalón deportivo y al sacarlo, veo que es el recordatorio de mis pastillas. Simplemente ignoro la alarma y lo tiro a un lado en el sofá. Si quiero salir adelante, debo hacerlo por mí mismo y no por depender de la medicación.

Una malhumorada Tessa baja las escaleras que se iluminan a su paso. Sus ojos oscuros se cruzan con los míos y muevo la cabeza a modo de negación para demostrarle que no estoy de acuerdo con ella. Ni siquiera sabía de lo que hablaba o simplemente no dimensiona lo que significa que un leaper sea oscuro.

—Te llevaré yo. Ryden está muy cabreado y mira que pocas veces se cabrea de esa manera.

—De acuerdo —acepta ella, resignada. Tessa es una mujer complicada—. ¿Nos vamos?

Tomo las llaves de mi auto y me pongo los zapatos que siempre dejo en la entrada, por si tengo que salir ante una emergencia. Tessa me sigue sin emitir palabra alguna y la verdad, lo prefiero así. No estoy de buen ánimo para empezar una discusión con ella.

Una vez pongo el auto en marcha, reproduzco una de mis listas de Spotify. La canción Do Re Mi de Blackbear suena en el espacio, invadiendo el incomodo silencio. No sé en qué momento nuestros mundos se cruzaron tanto que incluso debo cuidar de ella.

Estoy harto de cuidar de todos.

Tessa recuesta la espalda contra el asiento, se cruza de brazos y cierra los ojos. Aprovecho el coro de la canción y me uno al solista tarareando en voz baja:

—Do re mi fa so fuckin' done with you, girl.

"Do re mi tan cansado de ti, nena."

—¿Puedes hacer silencio? —farfulla ella, abriendo los ojos—. Trato de dormir.

Aquí vamos una vez más.

—¿Siempre eres tan caprichosa?

Sus ojos oscuros tienen un tinte salvaje ahora mismo y mueve su nariz como si fuera un animal furioso. Es jodidamente berrinchuda.

—No soy caprichosa —gruñe.

—¿Por qué no te gusta que nadie te cuestione? —le pregunto con la vista al frente—. Eres incapaz de aceptar que los demás tienen opiniones diferentes a las tuyas.

Ella se ríe, rodando los ojos. He aprendido a conocerla tan bien como para saber que no le ha gustado lo que dije y si no me equivoco, no tardará mucho en replicar.

—¿Y tú no, Danthaniel? —Me gustaría reír ahora mismo, pero no quiero que sea cabree todavía más—. Tú también vas por la vida creyendo que tienes la verdad absoluta de las cosas y que nadie es digno de contradecirte.