once; un chico como tú.

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«forever, forever, forever»

Me acerqué hacia la mesa con la transpiración recorriendo mi piel, nos habíamos quedado como 10 canciones enteras bailando con Sun y Min, para que luego se acercase Nam, Tae y Jimin a nosotros y se sumasen. Por suerte Sunni olvidó por unos minutos quien era precisamente Min y decidió divertirse, sonriendo y riéndose en los momentos divertidos de las canciones.

Tomé asiento al lado de Hobi, el cual se encontraba mirando la escena con una mueca plasmada en su rostro moreno, acaricié su muslo y le dediqué una sonrisa, quien me la devolvió pero sin mucho esfuerzo.

—No te preocupes, ya se le pasará.

—No me gusta que se enfade conmigo...

—A nadie le gusta que Sunni se enoje con uno... puede ser muy difícil de manejar —él asintió,  permitiéndose una pequeña risa y agachando un poco la cabeza.

—Lo sé, pero yo solo quería protegerla. Bueno, a ti también, obviamente —agregó lo último, con cierto nerviosismo que podría haberlo dejado pasar, pero al haber estado observando con tanta atención, me percaté enseguida.

—Lo sabemos Hobi, pero ya, fue una ridiculez del momento. Tampoco es para tanto, ya verás que mañana se le pasará. Además, Sun ya venía de mal humor antes.

Él moreno acabó asintiendo, lo pude notar un poco más relajado pero aunque quisiese ocultarlo, sabía que seguía sintiéndose algo preocupado por la cuestión. Quise continuar la conversación y quizás de ese modo alejarle los pensamientos negativos, pero mi mirada se dirigió hacia Jin y Hana, quienes platicaban a un lado nuestro con Yoongi tranquilamente.

Tragué duro y luego recordé la sudadera, debía devolvérsela. Pero no quería hacerlo ahora, así, frente a todos. No era nada importante, y desde luego no debía complicar mucho las cosas, era una ridícula sudadera  y punto final. No obstante, preferiría hacerlo a solas. 

Maldición, ¿por qué me estaba costando tanto?

—Voy al baño —anuncié al castaño de mi lado, Hobi respondió sonriendo.

Una vez dentro de este, me miré al espejo y suspiré fuertemente. Estaba borracha, me sentía muy nerviosa nerviosa y no tenía absolutamente nada de ganas de hacer lo que tenía que hacer, pero era lo mejor, moverme ahora, terminar con la situación y luego olvidarme del momento.

Con un poco de agua mojé la parte detrás de mi nuca, la cual se encontraba todavía acalorada por los nervios y el baile anterior, luego mojé un poco mis mejillas para bajar un poco el tono rosado y cuando me sentí preparada, salí del baño, acercándome con pasos firmes a la mesa.

—¿Dónde está Yoongi? —pregunté enseguida, contemplando la ausencia de este. Hoseok frunció su ceño a más no poder al escucharme, pero contestó, sin preguntar exáctamente por qué precisamente a mí me importaba saber dónde se encontraba el grisáceo.

—Está afuera fumando.

Asentí rápidamente y tomé mi bolso, cogiendo la prenda fuertemente con mi mano derecha.

Recuerda Venus; mientras más rápido, mejor. 

Aunque sentía la propensa mirada de Hoseok sobre mí, probablemente cuestionándose exactamente qué me sucedía, mi amigo ni nadie abrió la boca, lo cual me permitió alejarme velozmente de ellos para dirigirme a la respectiva salida del bar. Una vez afuera, un viento fresco pero agradable atravesó mis poros, dándome una sensación más relajada y alivianando el evidente calor que tenía.

Busqué con la mirada a la persona qué buscaba e identifiqué rápidamente a mi objetivo, su vestimenta la conocía a la perfección y en especial su cabello ahora color grisáceo platinado; en mi mente no podía evitar correr el pensamiento de que enserio me gustaba ese color en él y me sentí por unos segundos algo embobada, olvidando por completo que se trataba de Min Yoon-gi, y grabando ante mis orbes la imagen de su espalda y su cabello brillando levemente por la luz de la calle.

forever « m.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora