siete; dime qué tipo de vida llevo.

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«and you will never see my side»

Reconocí al instante aquella voz. No me asusté ya que logré percibir unos segundas atrás unos pasos, interpretando que sería Sunni. Lamentablemente, estaba profundamente equivocada.

—¿Puede ser que digas una jodida frase sin insultos de por medio? —respondí sin mirarlo, continuando con mi tarea.

—Tú también lo haces, muñeca.

Detuve mis movimientos bruscamente, di media vuelta y me encontré con un Yoongi sonriendo burlonamente, su espalda se apoyaba sobre la isla y estaba cruzado de brazos, dándole un aire tan despreocupado que llegaba a irritarme a un nivel bastante alto.

—No me digas muñeca —espeté tajante, manteniendo un semblante serio y frío para que comprendiese que no estaba bromeando.

—Antes no te molestaba que te llame así.

—Tú mismo lo dijiste —volví a darle la espalda y continué con los últimos vasos que me quedaban por terminar—. Antes. Ahora el hecho de escuchar tu simple voz dirigiéndose a mí, es un gran dolor de cabeza.

Él rio, generando un fuerte agarre del vaso de cristal entre mis manos llenas de espuma y agua. Su risa ya no era dulce para mis oídos, muchísimo menos considerando que se bufaba de mí. O por lo menos así lo percibía yo.

—De todos modos, sea pasado o no, no puedes ignorarme para siempre.

—No tengo por qué hablarte, Yoongi —respondí finalmente a su pregunta principal, mientras tomaba un paño seco para quitar el agua de mis palmas.

—Pero en algún momento tendrás que hacerlo, Venus.

Me coloqué frente a frente, sin perder el contacto visual. Nos desafiábamos con la mirada.

—Simplemente no me fastidies y estaremos bien.

Decidida a irme pasé por su lado, pero su mano tomó mi brazo y me atrajo al mismo lugar al que estaba; desde luego él tenía más fuerza que yo, por ende me fue prácticamente imposible impedir aquel movimiento. 

—¿Por qué te fuiste? —cuestionó duramente, como si escupiese las palabras.

—¿Acaso te importa?

—No estaría preguntándote si no fuese así, Venus. Deja de evadir el tema, coño.

Solté un suspiro frustrada mientras viraba mis ojos. Algo me decía que esto iba a ser siempre así y por más que quedaba en nuestras manos eludir que estos encuentros fuesen lo menos insoportable que pudiésemos, no podía evitar querer contraatacar cada palabra de Yoongi dirigida hacia mí. 

—Qué. Te. Importa —solté cada palabra separándola en pequeños segundos, acercándome un poco a su rostro para reflejar de la mejor manera posible mi respuesta. Por supuesto, ésta no le sentó para nada bien.

—¡Mierda Venus! —el rubio caminó hacia atrás, totalmente cabreado mientras movía sus brazos—Nunca se puede hablar enserio contigo; sigues siendo igual de...

—¿De qué? ¡Dilo Yoongi! 

—Inmadura —exclamó con disgusto. Yo simplemente esbocé una sonrisa arrogante.

—Pues no me interesa nada de lo que pienses de mí, sinceramente —enseguida retomar mi camino hacia el jardín, esta vez Yoongi no hizo nada para detenerme.

—¿Sabes? —empezó— No me sorprende que hayas escapado. Quiero decir, eso es lo que realmente eres, una cobarde.

Al escuchar aquellas palabras salir de su boca, mis sentidos se alarmaron y mis emociones se pusieron filosas; podía sentir como la furia corría por mis venas.

forever « m.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora