veinte y uno; nunca he estado tan seguro de algo en mi vida.

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«i don't expect you to believe me»

FLASHBACK

Yoongi colocó un código de varios dígitos velozmente, impidiéndome incluso llegar a identificar cuántos.

La puerta se abrió permitiéndonos acceso, él ingresó despreocupadamente, sosteniendo ésta por mi mientras yo caminaba con pasos lentos e inseguros.

¿Qué rayos era este lugar? Definitivamente no era su departamento, ni siquiera algo cercano a este.

No obstante, continué en silencio siguiendo los pasos firmes de él, tratando de mantener el mismo ritmo. Nos adentramos al ascensor y tocó el piso número 10, el último.

Tenía miles de preguntas en mi cabeza, pero en aquellos 2 minutos en los cuales el ascensor tardó en llegar al piso —lo cual me pareció una eternidad—, considerando que Yoongi se encontraba con una expresión seria, no me animaba a ni siquiera abrir la boca. Y algo me decía que él agradecía mentalmente que fuese así.

Nos detuvimos frente a una puerta con la letra C, había por lo menos 5 puertas en total. Desde la A hasta la E. Parecía un edificio grande pero todavía no tenía idea del contenido de los interiores y la curiosidad me estaba matando.

Me llamó aún más la atención al notar el evidente cartel color negro con letras blancas colgado sobre la puerta; este decía "Genius Lab" en inglés.

Volvió a marcar un código de 3 dígitos simples esta vez. La puerta se abrió y mi curiosidad aumentó. Yoongi metió la mano y entendí que estaba encendiendo las luces del lugar.

Mas no ingresó; esta vez me dejó pasar primero. Me adentré, quitándome inconscientemente mis zapatillas, observando a mi alrededor sin parar.

Era un estudio de grabación.

El tamaño no era ni muy grande ni muy pequeño, aunque era ciertamente acogedor. No había ventanas por ende la única fuente de luz eran las luces del techo. Las paredes estaban completamente cubiertas, supuse que por algún material que hiciese la habitación a prueba de sonido. Había un sillón de cuero negro  y luego una silla giratoria en frente de lo que parecían ser... bueno, el equipo de sonido para grabar, mezclar y vaya a saberse qué otras cosas.

No tengo muchos conocimientos de esto, si les soy sincera.

Noté rápidamente una pequeña nevera a un costado del sillón y me detuve con detenimiento en la cabina para grabar, donde me llamó mucho la atención el piano que reposaba adentro de esta. 

Era algo acogedor, estaba muy limpio y ordenado, podía hasta admirar la cantidad de libretas encima de un escritorio, probablemente llenas de canciones, anotaciones, ideas... toda la inspiración plasmada en aquellas hojas de parte del rubio.

Luego de tomarme el tiempo de conocer el lugar con mis pasos curiosos y mis ojos rebosando en atención, estos finalmente repararon en el rostro del rubio platinado, quien seguía todos mis movimientos con sus orbes, todavía de pie, sus brazos cruzados sobre su pecho. Se había quitado el gorro.

—¿No era que no traías chicas a tu estudio?

Mi pregunta pareció sorprenderlo un poco, supongo que no esperaba que esa fuese mi primera impresión del lugar.

—¿Te gusta?

—¿Qué significa exactamente esto, Yoongi? Y sé que te molesta que te responda una pregunta con otra pregunta, pero necesito saber antes aquello.

Sabía que sus intenciones no eran malas, que traerme aquí no significaba mucho más que él mostrándome una parte de su mundo, el cual ya casi podía decir que conocía por completo.

forever « m.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora