dos; ¿superado? ya quisieras.

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«savor the pain»

Todos miramos en dirección a la entrada del jardín.

Namjoon se acercaba como podía hasta su amigo, pero este era más rápido.

Sin embargo, Yoongi se había quedado parado, mirándome fijamente, como si estuviese viendo un fantasma.

Nuestras miradas se conectaron, literalmente como si hubiese un hilo invisible entre nosotros y la conexión fuese completamente inevitable. Sus ojos seguían siendo igual de profundos y oscuros como siempre los recordé. Lamentablemente, seguía teniendo el mismo efecto en mí. Me descontrolaban, me desorientaban, pero ya no me generaban más felicidad como antes; no, de hecho me generaban una enorme angustia encontrar su mirada.

Necesitaba moverme ya mismo de allí.

Sin permitir que nadie dijese nada, me separé de Hoseok bruscamente y me dirigí hacia la entrada al living de la casa de Namjoon. Pasé por al lado de Yoongi y no supe si quería dirigirme la palabra o simplemente seguir mirando con su expresión atónita, pero mientras su cuerpo seguía mis movimientos, sus pies no se movían del lugar.

Pasé por el costado de Namjoon e ignorando completamente su voz repitiendo mi nombre, junto con la de Taehyung, continué caminando rápidamente. Como no podía irme y lo único que quería era tranquilizarme, divisé rápidamente las escaleras. Subí sin pensarlo y una vez en el pasillo, esquivé a las parejas melosas que se encontraban prácticamente en plena acción y me direccioné inmediatamente hacia la puerta de la habitación de Namjoon. Cerré esta y enseguida comencé a llorar como tanto hacía que no me lo permitía.

Me senté en la cama de mi amigo y apoyando mi rostro entre mis manos solté numerosos sollozos, restándole importancia el hecho de que quizás alguien me escuchase, ya que la música seguía fuerte.

Mi cuerpo comenzó a temblar y empecé a convencerme a mí misma que solo era la marihuana y el estúpido trago de Taehyung; que estaba todo bien, que yo podía con esto y que lo iba a poder superar.

Que ya lo había superado.

—¡Mierda! —grité furiosa poniéndome de pie.

No lo había superado una mierda.

—Estúpido... esto es completamente estúpido —empecé a murmurar mientras caminaba por la habitación. Si alguien llegaba a entrar, probablemente pensaría que estaba loca.

Bueno, en cierto, modo, él me volvía malditamente loca. Y no, no para bien.

Seguí llorando y descargando todo lo que fuese necesario; volver a verlo después de tanto tiempo y tanto dolor, fue como volver a abrir la herida. Pero yo sabía que esto iba a suceder tarde o temprano; como había dicho antes, mi grupo es su grupo.

Aunque en el fondo simplemente no pensaba que esto iba a suceder tan prontamente. No ahora, no así, no de este modo.

—Estúpido Tae —dije en voz alta, pensando en mi mejor amigo y sus palabras.

"Descuida. Él no va a venir, dijo que no se le antojaba una fiesta. Y ya sabes cómo es... si dice que no tiene ganas, no vendrá."

Y estaba casi completamente segura de que así iba a ser, Tae. Siempre fue así y siempre lo será, porque es un maldito anciano, pensé.

Pero por una maldita desgracia de la vida, no sé si un destino miserable o un golpe de mala suerte, por primera vez Min Yoon-gi decía que no, y luego hacía lo contrario.

—Imbéciles —solté una vez que logré tranquilizarme un poco, insultando en voz alta el nombre del peliazul y el de aquel otro chico causante de todo esto. De cierto modo el pico de adrenalina que había sentido todo este tiempo había logrado calmar un poco los efectos de la marihuana, así que mi cabeza estaba un poco más tranquila.

forever « m.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora