cuatro; el abogado y la artista.

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«jumping the gun»

—Abran paso que llegó la americana más sexy de todas.

Ingresé a la sala de estar dónde se encontraban los chicos, mientras caminaba imitando una pasarela y con una enorme sonrisa provocando la risas de algunos.

—Querrás decir, la más egocéntrica —escuché a Jin hablar. Tomé un almohadón del sofá y se lo lancé para luego escuchar sus quejidos.

—¿Vas a dejar que me hablen así, cariño? —le hablé a Hoseok, mirándolo ofendida.

—No, claro que no. ¡Deja de molestar a mi chica, Jin!

—¡Que te den!

Me acerqué a Hobi y besé su mejilla.

—¿Cómo estás, cariño?

—Ahora que te veo, mejor que nunca.

Acaricié su cabello despeinándolo y proseguí a saludar al resto del grupo. Estaba Hana y Min, ambas sentadas en un sofá aparte; por otro lado Namjoon y Jin jugando con la consola, Hoseok en el sofá de donde provenía el almohadón para golpear a Jin y finalmente a su lado Jungkook, que inevitablemente me hizo sonreír apenas crucé miradas. 

Era realmente adorable, qué decirles.

—¿Cómo estás? —le pregunté luego de besar su mejilla, acción que le sorprendió un poco.

—Es americana —le explicó Sunni riéndose por su expresión—. Allí saludan con un beso en la mejilla.

—Yo no he recibido el mío —Namjoon reclamaba.

Me acerqué al rubio ceniza y cumplí con mi trabajo. Tomé asiento en el suelo a su lado y miré la televisión.

—¿A qué juegan?

—FIFA.

—Ah, qué aburrido —opiné. Jin me observó levemente ofendido.

Segundos más tarde escuché una puerta abrirse, miré y era el baño; de allí salía Taehyung. Este se acercó a Sunni y la abrazó ya que hacía como dos semanas que no se veían. Pude notar la mueca de amor de ella, que por un lado me entristeció un poco y por el otro lo consideré muy adorable.

La mirada de Taehyung chocó con la mía y yo la aparté rápidamente. Todavía no me sentía cómoda. Sabía que no había sido su culpa; mierda, claro que lo sabía. Pero por alguna razón mi mente quería dar con algún culpable, y ese era Tae. A veces realmente me odiaba, enserio.

—¡No! ¡No! —Jin empezó a chillar como loco mientras presionaba los botones de su mando reiteradas veces, a la vez que Namjoon simplemente reía, la pantalla mostraba como el equipo de Nam se acercaba al área de Jin. Mi amigo grisáceo apretó ligeramente los botones y enseguida marcó un gol.

—¡Sí!

—¡No! ¡Joder! —el castaño soltó el mando con furia.

—¡Cuidado con eso Jin! Cuesta mucho dinero.

—¡¿Cómo puede ser que me ganes siempre?! —exclamó exaltado, ignorando por completo la advertencia de Jimin. Nam se encogió de hombros.

—Hombre, tengo muchos más años de experiencia que tú en el FIFA.

—¡Oh! Cállate, eso es mentira.

—Bueno, quizás simplemente soy mejor que tú.

La partida finalizó y un Jin molesto dejó el mando que le tocaba para irse con Hana, quien lo recibió con sus brazos abiertos.

forever « m.ygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora