Capítulo 2

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Jungkook escribía furiosamente, determinado a lograr la esencia de lo que ellos habían tocado antes de olvidarlo. ¡Eso era genial! Él no se había divertido escribiendo desde hacía mucho. Oh, él disfrutaba cuando la banda estaba toda junta, pero recientemente siempre existían las inevitables interrupciones. Incluso aunque se habían ido a Italia para estar aislados, sus compañeros de banda aun encontraban razones para no estar pegados durante horas y Jungkook encontraba necesario escribir una apropiada canción.
Entonces de nuevo, él era acusado de ser perfeccionista en lo que se refería a su música. Como sea. Eso era conveniente y les había funcionado, así que ellos se tendrían que aguantar. 

Pero ahora ellos no estaban en el estudio. Él estaba en un avión. Tae, Nam, y Jin estaban en sus asientos con el respaldo reclinado en el lugar más lejano de la cabina, mientras que Jimin y él estaban sentados frente a una pequeña mesa, pasando un gran tiempo con solo su guitarra acústica y un pequeño teclado Casio que Jimin llevaba con él. Una mirada a su reloj le mostró que ellos ya habían gastado diez horas del vuelo de regreso al bueno y viejo Estados Unidos.

En los últimos cuatro meses durante la grabación, Jungkook había encontrado, con extremo deleite, que el querubín compartía con él la misma ética de trabajo en lo concerniente a la música. Ellos se habían quedado solos un número de noches cuando todos los demás se iban a la cama o a cualquier otro lugar. En esas largas noches, ellos conversaban solo de música. ¡Eso era fabuloso!

—Está todo aquí — Jimin murmuró, presionando algunos botones del Casio. Había grabado todo lo que ellos hicieron.

—Lo sé.— Jungkook movió la mano con su pluma sin levantar la vista —. Puedes llamarlo hábito. Pero me siento mejor teniéndolo en papel.

Además, escribir le daba una razón para no levantar la vista. No había forma para que viera esos insondables ojos azules. Sí, azules. Jimin tenía los ojos como el azul del cielo, luminosos, hermosos y ¡jodidamente azules!
Incluso sus cejas estaban teñidas de azul. Jungkook aun no lo había visto sin máscara por lo que no sabía si las pestañas también estaban teñidas. 'Lindo como un botón' era la descripción perfecta para él.

«¿Y, cuándo exactamente lindo se había convertido en malditamente sexy?»
Jungkook se preguntaba y no por primera vez. 

Una nota de la última armonía llegó a sus oídos y Jungkook levantó los ojos solo lo suficiente para ver los elegantes dedos de Jimin volar sobre el teclado. Ni siquiera parecía que lo tocara. Jungkook  era muy bueno tocando el piano, si podía decirlo él mismo, pero Jimin lo avergonzaba.
El chico simplemente tenía un don. Los anillos dorados que usaba en los dedos de ambas manos más el extraño anillo de la cadena en su mano derecha brillaban con la luz de la lámpara.

Jungkook terminó de escribir, entonces se recargó, viendo la versión escrita de lo que ellos habían hecho. No eran exactamente notas, pero con el tiempo había aprendió la manera de escribir música que tuviera sentido después.

Movía la pluma pensando. —Sabes, quizás deberíamos cambiar la tercera parte.

—No. Nosotros debemos de hacer esto de nuevo...— Jimin señaló con su dedo con manicura un espacio en blanco al fondo de la página —... aquí.

Jungkook levantó una ceja, sorprendido de que Jimin supiera lo que sus escritos significaban. Pero la sugerencia fijó los sonidos en su cabeza. Perdido en la música, oyendo la parte no escrita en su cabeza, frunció el ceño. —Pero...

Jimin llevó las manos a su teclado y rápidamente tocó la parte en cuestión, fácilmente avanzando a la siguiente estrofa. —¿Ves?

Jungkook bajó la vista mientras escuchaba y hacia un puchero en sus labios. Lentamente sonrió. «Maldición, el querubín tenía razón».
—Sí. Está bien.— Él dejó la pluma y tomó la guitarra que había dejado en la mesa. Por el rabillo del ojo vio a Jimin bostezar. Se giró para poder acunar apropiadamente la guitarra y se inclinó sobre ella —. Puedes irte a dormir si gustas — dijo, sin levantar la vista mientras se aplicaba en las últimas estrofas —. No tiene caso que te quedes conmigo.

INFIERNO (JIKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora