INFIERNO (JIKOOK)

Capítulo 17

Jimin tomó la mano de Jungkook y se giró hacia el público. —Mis disculpas a todos, pero mi anuncio ha cambiado. Temo que debo cancelar la conferencia de prensa.

Jungkook se acercó a él, demasiado consiente de los flash y el rugido de las preguntas. Él se concentró en el brillo del cabello de Jimin en lugar de la multitud que los veía. Claro que ellos querían saber lo que había sucedido y cuánto tiempo llevaba sucediendo. La mayoría de las preguntas, de hecho, iban dirigidas a él.

Pero Jimin solo sonrió y lo guió hacia la puerta de atrás. Taehyung y el hombre del traje los siguieron. La puerta cerrada entre ellos y la prensa, ayudó a calmar un poco los nervios de Jungkook. Él sostenía la mano de Jimin, renuente a dejar lo que ahora tenía.

Jimin giró la cara hacia él, haciendo caso omiso de los otros dos en el cuarto. —¿Lo dijiste en serio?

Jungkook asintió. —Sí.

—¿No es solo un truco para que siga en la banda?

—No. De cualquiera manera eso no funcionaría.

—No. No funcionaría.— Los ojos azules vieron hacia atrás del hombro de Jungkook—. ¿Estás bien con esto?

Jungkook vio sobre su hombro a Taehyung. Su amigo se encogió de hombros. —Lo estoy si él lo está.— Le sonrió a Jungkook —. No creo haberlo visto tan seguro de algo.

—Yo lo siento — dijo Jimin. Jungkook vio directo a Jimin para que él viera la sinceridad en su cara mientras él veía la expresión de Taehyung —. Lo que sucedió anoche...estaba enojado, y hablé fuera de lugar.

Taehyung asintió. —Gracias por eso. De cualquier manera, es malo mantener secretos. Debería habérselo dicho a Yoongi antes.

—¿Y tú y él...?

Tae le dio una gran sonrisa. —Estamos bien. Soy afortunado y Yoongi decidió creer en mí.— La sonrisa se perdió un poco, su expresión un poco más seria —. Deberías de creerle a Jungkook.

Jungkook de nuevo llenaba sus ojos con la imagen de Jimin, quien correspondía la mirada y le apretó la mano. —Estoy de acuerdo.

Sabía que tenía una tonta sonrisa en los labios, pero no podía evitarlo. Además, eso hizo reír a Jimin, que no era una mala cosa.

Jimin vio hacia el hombre de traje. —Christopher, gracias por venir a rescatarme, pero...

El trigueño movió la mano desestimando la disculpa. —¿Para qué son los amigos?— preguntó simplemente con un fuerte acento Británico, acomodándose los lentes sobre el puente de su nariz —. Admito que me alegra que no tuvieras que atravesar por eso.

Jimin apretó la mano de Jungkook de nuevo, recuperando su atención. —Si, bueno, si nos disculpan, tengo un cuarto vacío arriba.

Taehyung se rió. —Entonces me retiro. Los veré después cuando regresen al Weiss.

Jungkook le dijo adiós con un movimiento de la mano mientras Jimin lo jalaba por el cuarto. Ellos llegaron a un pasillo del otro lado de la puerta de la entrada. Jimin lo guió al fondo, al elevador.

—¿Quién es ese tipo?— Jungkook preguntó, viendo hacia atrás para asegurarse que nadie los seguía.

—¿Christopher? Es amigo mío desde la escuela. Es abogado.

Se detuvieron a esperar el elevador.

Jungkook frunció el ceño. —¿Realmente ibas a dejar la banda?

Jimin vio fijamente sus manos entrelazadas. —No quería, pero no podía quedarme sabiendo que no podía tenerte.

—¿Por qué yo?— Jungkook preguntó antes de poder evitarlo.