Se encontraba en la azotea, apoyado en la pared a un costado de la única puerta que daba ingreso a aquel sitio. Sus piernas estaban flexionadas hasta la altura de su pecho y eran abrazadas por sus brazos. Se preguntaba una y otra vez él porque había hecho eso, acababa de dejarle el camino libre al azabache para que se acercara.
No confiaba en él, no podía y tampoco quería. Siempre que posaba su confianza en alguien le terminaban decepcionando, traicionando; no quería eso, no de nuevo. Pero ahí estaba, esperando ver si Sasuke aparecía o no.
Viendo que no hacia acto de presencia suspiro aliviado mientras sacaba su almuerzo, el cual constaba de un sándwich de tomate y queso, un jugo en caja y una manzana verde. Estaba por darle una mordida a su pan cuando la puerta fue abierta sin aviso dejando entrar a su acosador.
— Lamento la demora. Mis amigos me estaban interrogando —se excusó el azabache mientras se sentaba al lado del rubio.
Naruto, al ver la cercanía del chico, se alejó de inmediato. Siguiendo con su tarea, comenzó a comer su almuerzo ante la, para nada disimulada, mirada de su compañero.
Sasuke saco su almuerzo sin poder evitar que su mirada se desplazase a aquel doncel que tenía a su lado. Quería hablarle, pero ya había logrado almorzar con él, por lo que no quería arruinarlo con una conversación que estaba seguro que el rubio no quería.
Comieron en completo silencio observando el cielo que en ese momento estaba despejado. Sasuke ya no había vuelto a mirar al ojiazul, recordó que no le gustaba que le mirasen así que mantuvo todo ese rato pasando sus ojos desde su pote de comida al cielo y viceversa.
— ¿No extrañas a tus amigos? —el azabache miro sorprendido al rubio por haber sido él quien rompiera el silencio— No me mires así... Yo también puedo hablar.
— Lo sé, solo que es la primera vez que veo que quieres hablar.
— ¿Quién dice que "quiero" hablar?
— Si no quieres hablar, ¿Por qué iniciaste la conversación?
El doncel desvió la mirada y resopló— Si me vas a cuestionar cada vez que abro la boca, mejor me quedare callado.
— ¡No! —le grito tomándole de los hombros, pero de inmediato los soltó— Digo... No, por favor. Es solo que no estoy acostumbrado a que inicies la conversación.
— Y yo no estoy acostumbrado a hablar en el colegio, pero mira —hizo un ademan con sus manos— Diablos, no se puede tener una conversación normal contigo.
El azabache soltó una carcajada al escuchar aquel comentario.
— Esa es mi línea.
Fue lo que dijo antes de comenzar a responder la pregunta que le había hecho en un principio el rubio. Y por primera vez, pudo tener una grata conversación con aquel doncel.
No importaba mucho el de que hablaban, la verdad su conversación carecía de información interesante, pero eso no importo. Sasuke estaba feliz de poder escuchar al rubio hablarle de manera tranquila, casi amistosa, aunque sin quitar la pisca de frialdad que este tenía.
Y Naruto, por primera vez en años se había molestado al escuchar el timbre que les obligaba a volver a su salón de clases, por alguna razón no le resulto desagradable hablar con el azabache, de hecho, hasta la disfruto, solo un poco. Aparte, le gustaban los ojos del azabache, tenía una mirada sincera que le había impedido apartar sus propios ojos de los del contrario cada vez que le hablaba.
ESTÁS LEYENDO
Confía en mi
ספרות חובביםDebido a un proyecto escolar con el fin de recaudar fondos, Sasuke Uchiha debe trabajar con Naruto Uzumaki, un doncel de personalidad fría y distante que no socializa con ninguna persona del salón. Al comienzo, el joven varón intenta acercarse y est...