Debido a un proyecto escolar con el fin de recaudar fondos, Sasuke Uchiha debe trabajar con Naruto Uzumaki, un doncel de personalidad fría y distante que no socializa con ninguna persona del salón.
Al comienzo, el joven varón intenta acercarse y est...
El fin de semana paso igual de rápido que siempre, llegando el tan odiado lunes. Ese día Sasuke había llegado temprano, puesto que su hermano le fue a buscar a la casa.
Llegó al salón encontrándolo vació, aunque no le dio mucha importancia. Se dirigió a su puesto y se recostó en la mesa enfocando su mirada en el lugar del rubio.
Suspiro enamorado.
No podía entender en que momento paso, pero sucedió, se había enamorado de Naruto. Aquella actitud frívola y distante, combinada con el hecho de un proyecto escolar fue lo que le llevó a su lado. Pero fue aquella aura misteriosa junto con los pequeños detalles que este rara vez hacía, lo que le hizo quedarse a su lado. Y sin planearlo, el amor llegó a su corazón, aquel doncel había logrado cautivarlo sin siquiera intentarlo.
Pero Sasuke sentía que no era el único que sentía eso, porque aquel casi beso que ocurrió bajo el agua fue la prueba. Para él no pasó desapercibido como el blondo le sujeto para acercarse, como aquellos ojos azules bajaban a sus labios y rápido subían esperando no ser descubierto. Esas pequeñas acciones le hacían ilusionarse con un amor correspondido, aunque saberlo era difícil puesto que el Uzumaki era lo contrarío a un libro abierto. Pero él estaba dispuesto a averígualo. De la misma forma en que averiguó la razón por la cual Naruto actuaba así, iba a descubrir si se estaba ilusionando o era real lo que él pensaba.
Y lo haría hoy.
Sentándose lo mar recto posible, observo la puerta, esperando a su enamorado con una gran sonrisa.
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— ¿Naruto Uzumaki?
— No vino, profesor —respondió Sakura observando el puesto de este vació. Luego giro su rostro y miro a Sasuke, quien se encontraba echado en la mesa con su alma escapando de su ser.
— Vamos amigo —Sai se giró y observo al azabache tirado en la mesa— No te vas a morir por no verle un día.
— Sai, Naruto no ha venido desde el lunes, hoy es miércoles —le dijo la chica.
— Ou... pues llámale.
Pareciendo haber recobrado la vida, el Uchiha se levantó de la mesa desganado— Tiene el celular apagado...
Gaara no pudo seguir viendo como su amigo seguía desanimado por una tontera así que, girando su cuerpo hasta este, le dio un golpe en la cabeza— Si tan desesperado estas, ve a verle —rodo los ojos— Sabes donde vive —enfocó su vista en la de su novio, quien le miraba sonriente y sin pensarlo dos veces, tomo las manos de Sasuke sonriéndole— Estoy seguro de que tener una visita tan agradable como la tuya no le molestara —guiño su ojo antes de volver a mirar hacia el pizarrón.
El Uchiha miro a Sai, quien le fulmino con la mirada antes de girarse e intentar abrazar a su pareja, siendo rechazado por esta. Desde el día del parque acuático, el pelirrojo había estado vengándose de su novio, puesto que este coqueteo varias veces a quien le mirase, todo para molestar a Gaara ya que le encantaba verlo celoso.
