【ℭαҏᎥţʋʟö 9】

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Una nueva semana comenzaba, y ya solo estaban a cinco días del fin de semana, específicamente del día sábado el cual sería la fecha en la que irán al parque acuático.

A pesar de que en un principio no quería ir, al final Naruto se resignó. Kakashi ya había aceptado por él, lo que había sido una sorpresa ya que este no acostumbraba a meterse en sus temas. Aún recordaba la cara llena de asombro que había puesto Iruka cuando le contaron sobre la salida.

El rubio paso su mano por su cabello a la par que movía sus pies que colgaban de la camilla. Se encontraba en la enfermería, esperando a que Deidara llegara con las nuevas vendas ya que las antiguas las había quitado para revisarle. Por suerte todo estaba bien y su tobillo terminaría de sanar en un par de días, tiempo más que suficiente para que no arruine el viaje al parque acuático.

La puerta que daba a la pequeña bodega de la enfermería se abrió, dando paso al doncel de rubia cabellera larga y esbelta figura. El más joven observo con atención como el mayor hacía agiles movimientos con las vendas en su tobillo, dejando un vendaje perfecto alrededor de este.

— Listo —el enfermero se levantó con una gran sonrisa observando al menor— Este sábado te quitare las vendas en la casa de Sasuke.

Naruto levanto la mirada cconfundido por escuchar aquello— ¿Cómo? ¿Ustedes irán...?

El mayor se giró, dándole la espalda al Uzumaki. Se había olvidado del hecho de que ellos se supone que no irían a la piscina porque les surgió un inconveniente. A pesar de que en un principio estaba molesto con su pareja, luego entendió la razón del por qué este cedió sus entradas y aceptó a regañadientes. Por suerte Itachi prometió compensárselo.

— No, no iremos —le dijo dejando algo en el estante que tenía en frente— Itachi va a ser el chofer que se encargara de ir a dejarlos y buscarlos. Y yo seré su fiel copiloto —comentó siguiendo con la mentira que había inventado el mayor de los Uchiha— Mientras ustedes estén en el parque, nosotros iremos a arreglar el asunto que nos impidió ir.

— Entiendo.

Al no tener nada más que decir, Naruto se puso de pie sin forzar su tobillo. Camino hacia la puerta y se despidió de Deidara antes de salir.

Ya encontrándose fuera miro a ambos lados, sorprendiéndose de que Sasuke no estuviera esperándole ahí.

Intentando no darle importancia, comenzó a caminar lentamente hacía las escaleras. Había perdido gran parte del receso por culpa de la revisión, debido a lo cual prefirió ir a su salón de clases a esperar el toque de timbre.

— ¡Naruto!

No alcanzo a subir un escalón ya que reconoció la voz de la persona que le llamaba. Bajo el pie que había levantado y se giró, viendo como Kiba corría hacía él.

— Oye, este viernes iremos a comprar nuestros trajes de baño, ¿Te apuntas?

Al escuchar la pregunta, el rubio le miro extrañado puesto que esta era la primera vez que le invitaban a ir de compras.

— ¿Quiénes? —pregunto por simple curiosidad, después de todo a él no le gustaba ir de compras, por lo que prefería ir solo para no darse tantas vueltas y así no pasar mucho tiempo en distintas tiendas.

— Pues... Todos —dijo con obviedad riendo de paso— Sakura, Sai, Gaara, Shino, Yo... —el castaño miro fijamente a los ojos azules que tenía en frente y con una sonrisa traviesa pronunció el nombre que faltaba— Y obviamente, Sasuke.

La forma en la que pronunció el último nombre seguida de su sonrisa no pasaron desapercibida para el blondo, pero decidió ignorarlas. Aunque se veía extraño, no encontró algún rastro de maldad en ninguna de estas, solo una pisca de diversión.

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