【ℭαҏᎥţʋʟö 3】

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Quinto día de la semana y Naruto estaba pensando seriamente si cometer suicidio o asesinato. Ambas ideas sonaban tentadoras.

Se hallaba en la biblioteca como era de costumbre; Y al frente suyo estaba el causante de aquellos pensamientos homicidas que pasaban por su mente justo en ese preciso momento.

Sasuke estaba sentado en la misma mesa que el doncel, sosteniendo el mismo libro que el rubio tenía entre sus manos. Cada vez que terminaba de leer una página, levantaba su vista al Uzumaki y le miraba con los ojos entrecerrados antes de seguir leyendo.

Para Naruto, esto ya era el colmo. Sentía como su vena pulsaba en su frente producto del enojo que se había estado acumulando toda esa semana. En esos momentos daba por firmado que cualquier cosa le haría explotar.

Intentando tranquilizarse releyó la página en la que estaba y la cual, producto de la incómoda situación, no había comprendido. Pero todo intento se fue por la borda cuando su libro fue arrebatado de sus manos por la persona que tenía en frente.

El azabache observo el libro suyo y luego el de su compañero. Paso su vista de un libro a otro antes de asentir y volver a colocar el libro en las manos del doncel que se había quedado en la misma posición que cuando fue arrebatado.

Bum.

Algo en ese momento exploto dentro de la cabeza del rubio. Cerro su libro con fuerza, importándole poco el número de la página en que había quedado, y lo guardo en su bolso.

Al ver las acciones del chico, el azabache guardo sus cosas y se levantó al mismo tiempo que su compañero.

— ¡Ah no! —el rubio le detuvo— Tú te quedas aquí —le señalo la mesa y luego comenzó a caminar con paso rápido a la salida.

Ya cerca de la puerta, observo a la mujer encargada de la biblioteca, que en esos momentos estaba organizando unos libros — Adiós Akame —se despidió antes de seguir caminando.

— Adiós Naruto, adiós Sasuke.

— Adiós.

Al escuchar aquella voz Naruto se detuvo en seco, haciendo que la persona que se encontraba detrás de él chocase contra su espalda.

Se giró, encontrándose con el varón frente a él. Dio media vuelta y aguanto un gemido de frustración antes de seguir caminando saliendo al fin del silencioso lugar.

— Toda la semana, toda la MALDITA semana has estado detrás de mí sin decir palabra alguna —hablo mientras seguía caminando sin rumbo alguno. Al llegar al final del pasillo, dio media vuelta y encaro al chico de oscura mirada— Dime que quieres.

El Uchiha se encogió de hombros, provocando un pequeño tic en la frente del, ahora cansado, doncel. Al ver que le estaba haciendo enojar, el varón decidió hablar.

— Quiero conocerte, eso es todo —comento como si nada— Y ya que no hablas mucho de ti aunque te dirija la palabra, decidí observarte.

— Y leer lo mismo que yo —dijo alzando una ceja.

— ¿Sabías que somos resultado de los libros que leemos? —sonrió orgulloso— Es una forma de conocerte.

En ese momento Naruto no entendía si Sasuke se hacía o era.

Un suspiro salió de sus labios y antes de que pudiera responder, el timbre sonó anunciando el fin de la hora de almuerzo y, por consiguiente, el inicio de las últimas horas de clases.

Comenzó a caminar hacia su salón de clases y al entrar, comenzó a escuchar murmullos a su alrededor. Las miradas de sorpresa y desaprobación iban directamente a su persona y él sabía exactamente porque eran. Sería un tonto si no se diera cuenta que todas esas miradas son por que Sasuke se encontraba detrás de él, literalmente.

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