A un día del tan esperado sábado. El grupo de amigos caminaban animadamente en dirección al centro comercial, lugar donde comprarían sus trajes de baño.
Como siempre, Kiba reía y gritaba animado, siendo este el único que iba dando saltitos al camina. Por su parte, Sai y Gaara iban más adelante cogidos de la mano y hablando quien sabe qué. Sakura, quien se encontraba con el doncel castaño y Shino, paseaba disimuladamente su mirada hacia atrás de ellos, donde caminaban Sasuke y Naruto. Sonrió al recordar la cara del varón al descubrir sus sentimientos que para ellos relucían a simple vista.
— Sasuke, te dije que mi tobillo está bien, puedo caminar más rápido —le repitió por tercera vez el rubio.
— Y yo dije que prefiero no arriesgarme, a este paso está bien —si bien esto era cierto, existía otra razón para no apresurar su paso, la cual era tan simple como querer pasar tiempo a solas con el rubio.
Si bien, al doncel no le agradaba mucho estar rodeado de personas, ahora intentaba de todo para no estar a solas con el varón, todo a raíz de la extraña situación que vivió con él a inicios de semana y que luego de esta, Sasuke comenzase a comportarse de manera distinta, ocasionando más situaciones extrañamente agradables que provocaban un raro revoloteo en su estómago.
— Deidara dijo que estoy bien, y si el enfermero dijo que puedo presionar mi pie, lo hare.
Dicho esto, el joven doncel comenzó a caminar más rápido, pero con lo que no contó fue que su mano fuese capturada casi al instante. Dirigió su mirada a la mano que le sostenía siguiendo el camino pasando por su brazo, hombro, cuello hasta llegar al rostro del varón.
— Suéltame.
— No —ante la negativa, el rubio le miro sorprendido y con un tinte de miedo, cosa que hizo al azabache aflojar el agarre y dar una caricia con su pulgar a los nudillos de la mano ajena— Si vas a correr apenas te suelte, entonces no lo hare, no quiero que lastimes estando a un día de la salida.
— Pero si Deidara dijo que ya estoy bien... —el rubio no pudo evitar susurrar algo apenado, la forma en la que Sasuke le cuidaba le avergonzaba ya que se sentía como un niño pequeño.
— Lo sé, pero ¿Y si te lastimas? —pregunto el azabache viéndose totalmente afligido— De verdad quiero ir a la piscina contigo.
El tono y la manera con la que se expresó Sasuke enternecieron de sobremanera al pequeño doncel, quien resignado solo soltó un suspiro. Parecía que de alguna forma aquel Uchiha siempre se salía con la suya.
— ¡Sasuke! ¡Naruto! —el grito de Kiba les hizo a ambos mirar hacia adelante, percatándose de que habían avanzado bastante ya que ellos se habían quedado parados en mitad del camino.
— Ups, creo que se nos adelantaron —comento el Uchiha con una sonrisa— Corre.
Fue todo lo que dijo antes de comenzar a correr en dirección a sus amigos que seguían caminando sin esperarle. El rubio fue arrastrado al instante ya que seguían sujetos de la mano, haciendo que este también corriera.
— ¿Qué paso con lo de no querer que me haga daño? —alzó la voz mientras comenzaba a sentir la brisa que golpeaba su cara y desordenaba su cabello.
— Mientras te tenga sujeto no permitiré que te hagas ni un rasguño.
El dialogó fue concluido con un guiño por parte del azabache. Una vez alcanzaron al grupo, el trayecto fue más tranquilo, por lo menos para el varón, puesto que el rubio doncel fue bombardeado por preguntas e intentos de conversaciones provenientes en su mayoría por Kiba y Sakura. Ahora Naruto se estaba arrepintiendo de haber preferido caminar más rápido a quedarse con Sasuke a solas.
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Confía en mi
FanficDebido a un proyecto escolar con el fin de recaudar fondos, Sasuke Uchiha debe trabajar con Naruto Uzumaki, un doncel de personalidad fría y distante que no socializa con ninguna persona del salón. Al comienzo, el joven varón intenta acercarse y est...