𝒫𝑒𝓇𝒻𝑒𝒸𝓉𝒶𝓂𝑒𝓃𝓉𝑒 𝒾𝓂𝓅𝑒𝓇𝒻𝑒𝒸𝓉𝑜 - 𝒥𝒶𝒹𝑒𝓃 𝐻𝑜𝓈𝓈𝓁𝑒𝓇

Capitulo 4

Nuevas amigas de LA

Josephine se estaba arreglando frente a su espejo. Ayer que había llegado la mudanza ello ordenó su habitación que ahora era más espaciosa.

Decidió usar unos jeans holgados, junto con un blusa blanca corta, se puso unas botas negras y decidió amarrarse el pelo en una coleta, de accesorios usó unos lentes oscuros, un collar y un cinturón negro.

Su mamá les dijo que saldarían a conocer la ciudad y a comprara el Jeep nuevo debido a que la agencia no podía prestarles más tiempo el carro, después Jo le contó a su mamá de su nueva amiga ósea Madi y que ella la había invitado a su casa, su mamá tardo mucho en acceder a dejarla ya que estaban en otro país y prácticamente no conocían nada, pero Jo que era la maestra del convencimiento, como ella misma se llamaba, logró hacerla cambiar de parecer y dejarla ir unas pocas horas con la condición de que su mamá la fuera a dejar y la recogiera.

—Vámonos —dijo Jonás alegre desde la puerta de la casa esperando a su mamá y hermana.

—Yes Sir —respondió alegre Jo.

Los tres subieron al carro y salieron rumbo a la ciudad, la mitad del camino fue una locura debido a que a su mamá le costaba manejar del lado derecho del carro porque en Inglaterra se acostumbraba a hacerlo del izquierdo, además que se confundía con las calles a pesar de poner un mapa en el carro.

—Mamá era a la izquierda no a la derecha —dijo Jo.

—Ya lo se, ya lo sé Josephine —contesto su mamá estresada viendo la avenida.

—Deberíamos de haber llegado hace veinte minutos —habló ahora Jonás.

—¡Entonces ustedes conduzcan! —dijo su mamá soltando ligeramente el volante por unos segundos, donde los gritos de los niños fueron interminables— Ven, ahora cállense o juro que los bajo a los dos.

Después de unos diez minutos en un completo silencio bastante incómodo la familia había llegado a la agencia y todos bajaron de auto, por su parte Jo y Jonás estaban muy incómodos.

—Hola buenas tardes —saludo un empleado de ahí— ¿Puedo ayudarlos en algo?

Mientras la mamá conversaba con el trabajador los niños se alejaron un poco y se sentaron en una banca cercana donde comenzaron a platicar.

—Se que todo esto le es difícil pero debe de entender que para nosotros lo es más —hablo Jonás rodando los ojos.

—Lo se a todos nos estresa y aveces creo que ella se siente como si fuera la única —ahora dijo Jo recargando su codo en su rodilla y colocando ahí su cara— pero realmente no quiero pensar que tan difícil es manejar del otro lado del chofer cuando toda su vida lo hizo del izquierdo.

Los dos hermanos rieron un poco.

—Tu ya sabías manejar un poco ¿no? —preguntó el niño.

—Solo un poco y me costo muchísimo ahora imagínate del lado derecho no te sorprendas si en algún momento choco el carro —le sonrió Jo

—No me sorprendería aunque siguiéramos en Londres —se burló el rubio y su hermana le proporcionó un golpe en el hombro.

—Eres cruel niño —habló Jo tocándose el pecho algo dolida.

—Niños hay que esperar a que nos traigan los papeles —interrumpió su mamá llegando al lado de ellos y los niños solo asintieron incómodos— Oigan lo siento ¿si? Sé que todo esto también es difícil para ustedes y aveces yo no veo eso, pero quiero que entiendan que hice esto para tener un nuevo comienzo y una mejor vida, ustedes son lo más importante en mi vida y quiero lo mejor para ustedes.