CANCELADA
-No tengo duda alguna de que eres la persona más irritante que e conocido.
-Créeme princesita es la única cosa en la que estamos de acuerdo.
Donde Josephine llega de Inglaterra a Los Ángeles y conoce a Jaden un estadounidense con el que...
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Eran las 2:30 de la tarde y Jo están en su cuarto acostada, estaba preocupada, si bien el beso fue wow, aun no sabía nada de Kio ya que él no la había llamado.
Y fue cuando mil dudas comenzaron a formarse en su cabeza, ¿y su odio el beso?, ¿y se realmente le gustó y yo igual?, ¿y si no recuerda nada?
La frustración la mataba y no le quedaba la misma valentía de ayer como para ir a confrontarlo.
Así que solo decido esperar.
Pasó una media hora en la que Jo estaba viendo Netflix mientras comí helado de vainilla, hasta que su teléfono el cual estaba en su librero comenzó a soñar.
Ella se paró extremadamente rápido y fue hacia donde estaba su celular, dio un salto y seguido de este muchos más al ver el nombre de Kio ahí.
—Hola —dijo Jo contestando y recuperando la compostura.
—¡Hola! —saludó Kio de manera alegre y ella juró que su corazón se derretía— ¿Oye hoy tienes algo que hacer?
—No, no —respondió ella rápidamente con una boba sonrisa en su rostro.
—¡Bien! ¿Quisieras salir hoy a las tres, te puedo ver en algún lado?
—¡Claro! ¿Donde?
—Hay una cafetería cerca de aquí, deja te mando la ubicación —dijo el chico y segundos después le llego a Jo una notificación en sus mensajes.
—Okey, nos vemos allá —dijo Jo felizmente.
—Nos vemos —contesto el.
—AHHHHHH —soltó Jo un grito de felicidad y se puso a bailar como loca en su cuarto.
Dejo de bailar tras unos segundos de darse cuenta que aún seguía en pijama, no se baño porque lo había hecho más en la mañana, y fue directo a su closet en busca de ropa, tras varios minutos se decidió por usar unos jeans negros, una blusa blanca sin mangas, un cardigan color crema encima y unas botas negras con plataforma. Se hizo una coleta y se maquilló ligero y salió para aya.
En el camino iba emocionada, revisaba su ropa constantemente en las ventanas de los autos o los vidrios de establecimientos, etc, pero fue cuando a la mitad del camino algo le vino a su mente, ¿y si Kio le iba a decir que no sintió lo mismo?, pero o si no no le hubiera hablado bonito, pero tal vez lo hizo para ser amable, aclararle sus sentimientos para no romper su corazón, o tal vez no recordaba nada y quería una comida como amigos, esa y miles de preguntas iguales rondaban por la cabeza de la pobre enamorada.
