La Mujer Que No Soñé

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Llegaba a casa, había tenido otra entrevista más fracasada, entraba a ese pequeño departamento nada lujoso pero que al final mío, me alegraba tanto tener a mi lado a gente como Rin, ella siempre me ayuda y protegía, creo que así es como se siente tener una hermana..

Me recostaba en la cama y el olor de Neji invadía mis fosas nasales, abrazaba esa almohada como si fuera él mismo..

La parte mala de ser la "otra" era cuándo necesitabas un fuerte abrazo o un mimo que te reconfortará cuándo estabas mal y el no estuviera contigo, pero tenía que animarme esperando vernos muy pronto.

Después de todo él era alguien importante, con obligaciones que cumplir.

Faltaban unas hora para la media noche, mañana sería mi cumpleaños número 18, cuándo era una niña, salía corriendo por el jardín mirando las estrellas saludando hacia el cielo, imaginado que mi madre me vería..

Pero ya no era una niña y tal vez mi madre nunca me vio, iba por un vaso de leche, leería un libro y esperaría las 12:00 am para cantarme el feliz cumpleaños..

Como siempre mi tío otra vez se había molestado conmigo, ya ni siquiera recordaba por que..

Pero algo estaba cambiando últimamente, Neji Hyuga, mi primo hermano quién parecía odiarme estaba actuando diferente conmigo..

Nos habíamos empezado a llevar mejor, tal vez por que eso niños que peleaban por un juguete o dulce habían crecido..

Al abrir el refrigerador para sacar la leche y al hacerlo veía un pastel, supongo que era para mí, sonreía se que ya no era una niña pero tal vez para las mujeres de servidumbre aún lo era y al cerrar la puerta..

—¡Hinata!

Yo daba un brinco por el llamado, no lo había sentido llegar y al observar a quién me llamaba ¡Ne-neji!

—¿Qué haces despierta? Deberías estar dormida, sino no habrá regalos..

Neji, ya no soy una niña, ya no creo en lo que dice tío Hizashi..

—Podría ser..

Él me sonría y como ocurría últimamente cuando él hacia eso, algo raro en mi estomago aparecía..

—Así que ¡¡18 años!! Eh toda una mujer ya, así que creo que seré el primero en felicitarte y darte mi obsequio..

No es necesario yo... y ahi el gran reloj empezaba a sonar sus campanadas marcando la media noche, yo me pegaba a Neji por el susto y..

—Felicidades Hina ..

¡¡Mi primer beso!! No lo podía creer había soñado muchas veces con el y ahora aquí estaba, solo podía cerrar los ojos y disfrutar como sus labios se movían sobre los míos, disfrutando la calidad sensación en mi pecho.