La Mujer Que No Soñé

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Su voz se escuchaba tan sensual, incluso aunque fuera en un tono posesivo, tal vez me estaba volviendo loca y no sabía lo que pensaba, solo sabía que él me hacia sentir extraña, lo sentía apretar mi cintura, pegándome más a él y

—Respóndeme Hime ¿Verdad qué eres mía?

Cómo quería que le respondiera si su lengua y labios se sentían tan bien, incluso el sentir su mano recorrer mis piernas y al sentir cómo con su otra mano me jalaba hacia el sillón..

Solo podía pensar en cómo era posible sentirme tan excitada después de lo que había pasado hace un momento..

Él me mordía mi cuello y al sentirlo besarme apasionadamente invadiéndome con su lengua, mmm Sa-sasuke..

—Si nena..

Yo.. sentia cómo su mano acariciaba mi vagina..

—¿Te gusta?

Yo solo podía aferrarme a él abrazándolo por su cuello, mientras nuestras lenguas danzaba a un ritmo delicioso, mi cordura se esfumaba, me colocaba sobre él, mis caderas automáticamente se movía solas rozando nuestros sexos, haciendo que se sintieran tan bien aún con nuestra ropa..

—Nos separábamos por falta de aire— pero me gustaba tenerla así, solo podía besarla con más  hambre y mucho deseo, cuándo sentía que ella metía sus dedos entre mi cabello, se sentía tan bien, que actuaba por instinto recostandola, acariciaba sus largas piernas, besaba su barbilla, saboreaba su cuello —hueles tan rico y sabes tan bien—..

Tenía que detenerlo, pero ¿Cómo lo haría? Si me gustaba ese cosquilleo en mí pecho, la sensación de electricidad recorrer mi cuerpo, mi cabeza decía una cosa y está vez la traicionera de mi vagina decía otra, se humedecía para él, su mano se colaba entre mi blusa y cuando acariciaba mis pechos sobre mi sostén y se restregaba contra mi vagina, mis pezones se endurecían, solo podía estremecerme debajo de él añorando más de sus caricias en mí..

~ • ~

¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué una mujer como ella me hacía sentir tan confundido? Tenía que apoyarla en este momento, lo sabía, pero mi cabeza era un caos en este momento..

Además mi amigo se endurecida reclamando a esa mujer que me hacia preguntarme ¿Por que me ponía así de caliente? No era cómo si nunca hubiera tenido sexo, además ella era todo lo contrario a como me gusta una mujer, pero no podía mentir que justo en este momento tan íntimo, ella me hacía sentir plenamente..

Sabía por su propia boca que ella acaba de salir de una aventura amorosa, que aún le dolía..

Y no es que la juzgará o que yo fuera un santo, no, pero sentía esa necesidad por querer estar con ella, tal vez por qué ambos habíamos pasado por cosas tristes en nuestras vida recientemente o por qué simplemente me excitaba y mucho..