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Yo me sorprendía por el acto de Hitsugaya-san solo sentía como era llevada a ese lindo auto deportivo, ante la mirada molesta de Sasuke Uchiha..

—Lo siento Hinata, se que te dije que te daría unas horas más de tiempo, pero creo que para que pensarlo más, creo a tu vida llegó ese minuto que cambia todo, creo yo que mi oferta es muy tentadora y al final si tú fracasas será mi culpa, hasta eso te estoy delegando..

Kaito- san yo creo que eso es una locura, usted no puede arriesgar su compañía por una intuición, además aún hay una sección de fotos pendientes en Mangekyo y su presidente..

—Acariciaba su mano— lo sé y por él no te preocupes, yo me encargo de hablar con Sasuke, además solo serán unas fotos más de la campaña y listo, no tienes contrato con él directamente digamos, así que eso no te preocupe, sabes todos mis negocios los e hecho por intuición sabes..

Él me sonreía y tras verlo acelerar, yo solo lo veía conducir y cuando su celular sonaba, él respondía y sólo escuchaba que daba instrucciones, esto sin duda era un gran dilema.

[...]

Esto no sé iba a quedar así, no iba a permitir que me robaran a mi modelo..

Kaito era un tramposo que jugaba sucio, así que subía a mi auto y los seguía, le marcaba a Anko y al contestarme, le pedía que cancelara mis juntas «para rematar no podía pedirle ayuda a Óbito, ya que no sabia si él volvería»

Joder ¿Por que todo se me tenía que juntar?

—¡¿Señor?!

Solo haz eso, más tarde te llamo, mantén todo vigilado -terminaba la llamada- y después de que el semáforo cambiara a la luz verde, conducía buscando ese auto, no los podía perder de vista, de seguro la llevaría a comer, le hablaría bonito y la muy tonta caería, así eran todas las mujeres, se creían el mismo cuento siempre..

Pero si él tenía mañas, yo también y ahí volvía a ver ese horrible auto y creía saber a donde iban..

Unas cuadras más, él se estacionaba, yo hacia lo mismo y solo veía como entraban a ese "romántico" restaurante..

Me estacionaba y al acomodar mi saco -bajaba del auto- y al dirigirme a la entrada..

—Buenas tardes señor, bienvenido al restaurante Kaminari ¿Tiene reservación? 

No, solo vengo a tomar una copa y relajarme..

—Esta bien, nuestro mesero lo guiara a la barra, que disfrute la velada..

Yo entraba ignorando la voz del mesero y al buscarlos solo veía que..

Yo entraba ignorando la voz del mesero y al buscarlos solo veía que

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Mierda.

~ • ~

—Listo dulce Hinata, perdón por mi falta de cortesía, es solo que pensé bien las cosas y decidí acelerrarlas, me gusta concretar mis negocios, sinceramente eso me hace feliz, aunado que saber que puedes estar conmigo, me hace doblemente feliz..

La Mujer Que No SoñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora