La Mujer Que No Soñé

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El ver a Hinata en ese estado solo podía maldecir y odiar más a ese hombre, que por desgracia llevaba mi sangre, pero ahora necesitaba ganar tiempo para intentar rescatarla o planear quitársela..

¡¡Suéltala no seas cobarde!! Tu problema es conmigo..

—Te equivocas querido sobrino— después de ti hay alguien más a quien también odio, ellos son los Hyuga, sin duda esos estúpidos orgullosos también son culpables de lo que paso..

Ni ella, ni yo tenemos la culpa de los problemas de tu pasado, ya tienes todo lo que me corresponde por ley ¿Qué mas quieres?

—Verte sufrir, tanto como yo sufrí— eres un imbécil, mira que una Hyuga sea tu debilidad, de ti de un Uchiha, de un muchacho presumido y arrogante, eres una deshonra para mi familia..

Déjala ir, si tanto me odias, toma tu venganza conmigo, déjame ocupar su lugar y..

—Tentador sobrino, pero no aceptó tu oferta, cómo ya dije quiero que sufras como yo lo hice y ella me ayudará a lograrlo, quiero que sientas el mismo dolor que sentí cuando perdí a mi hermano por la culpa de tú madre, ya que ella siempre lo rechazo por el imbécil de Fugaku..

Mi madre ya no está para que la insultes y a ella más te vale que -él jalaba el gatillo- de la pistola con la cual la apuntaba interrumpiendome «tenía que calmarme y no provocarlo, no la puedo poner en peligro»

—No estas en posición de amenazarme— ahora despídete de ella Sasuke Uchiha..

Y antes de poder hablar -escuchaba un balazo- y al observar solo veía como Madara caía al piso llevándose a Hinata con él -corría hacia ellos- y al llegar la veía cubierta de sangre y llorando, pero corroboraba que ella estaba bien..

Y después de verme con sus ojos llorosos, se desmayaba, sentía a la policía llegar hasta nosotros junto a Óbito y no se en cuanto tiempo había pasado desde la última vez que lo hice, pero agradecía su oportuna precencia.

[...]

Despertaba y el fuerte olor a alcohol y el sonido de las máquinas a mi alrededor me hacían comprender que estaba en el hospital..

Todas las imágenes vividas llegaban a mi mente..

Sus palabras me habían hecho detenerme y al ver que él hombre peliblanco me tomaba de las manos y comenzaba atarme, él pelinegro me decía todo su plan, él como me destruiría para ver a Sasuke sufrir y aunque había rogado por qué él no viniera eso no era así..

Y luego al ver como ese hombre me apuntaba y hablaba con tanto odio, jamás creí conocer a alguien asi en mí vida.

Al ver la puerta de ese cuarto abriese me hacía salir de mis pensamientos y al ver a Sasuke sano y salvo, cuando me sonreía, agradecida a kamisama de que él estuviera bien y respiraba tranquila..

—¿Como te sientes cinderella?

Bien ¿Qué pasó con ese hombre? ¿Por qué nos odia tanto?

—Tranquila, ya no nos hará daño— Madara Uchiha está loco por todo el odio que a acumulado a lo largo de estos años, cómo escuchaste su hermano estaba enamorado de mi madre, pero ella no, Izuna Uchiha se obseciono tanto con ella que él mismo se provocó la muerte en un intento de chantaje hacía ella —pero no es tiempo para hablar de eso, gracias a que Óbito es un obstinado e intuyera que podría a ver problemas llamo a la policía y ellos llegaron en nuestra ayuda justo a tiempo— tuve tanto miedo al verte ahí, pero eso ya pasó, relájate solo fue un mal susto..

Eso quiere decir que ese hombre ya no te va a atormentar y qué tú..

—Shh— colocaba un par de mis dedos en sus labios —olvídate de eso— creo que ahora sí puedo decir que todo lo malo se a ido de nuestras vidas..