Capítulo 4.

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Hay un Lamborghini en la puerta. Dime que no es suyo, esta preciosidad no puede ser suyo.

- ¿No eres menor para conducir?

- Tengo los 17 y mi padre tiene bastante dinero, ¿crees que eso no es suficiente?

- Esa preciosidad debe ser mía.

- Tú debes ser mía. - aquí está Ann sonrojada, céntrate.- ¿subes o quieres ir andando?

Me ha abierto la puerta, quiere ser un caballero. Este es el plan, en la fiesta te pegas una buena borrachera que no te acuerdes de nada y te olvidas de Ángel, de su Lamborghini no.

Y aquí se acabó su romanticismo, me ha traído a una pizzería, aunque la verdad se lo agradezco, es el sitio acertado para esta quedada de amigos, porque no, no es una cita. 

- Siento no llevarte a un restaurante pijo.

- Esto es mejor que un restaurante pijo. 

- Pues que esperamos, tengo hambre. 

- Yo también.

Nos sentamos en la mesa y la camarera llega, pide dos pizzas, dos de barbacoa y dos refrescos. Realmente no tengo mucha hambre y lo que quiero es un puto ron con coca-cola pero bueno, no nos podemos quejar. 

Después de unos 10 min nos trae los pedidos, si he estado callada 10 minutos, pero es un silencio cómodo, no me siento intimidada. 

Hemos comido en silencio, esto se hace raro, me he dejado media pizza, ¿por qué? porque no suelo comer mucho, y en fin, tampoco tenía mucha hambre. 

NARRA ÁNGEL:

- ¿No vas a comer más? - estoy preocupado, realmente sé que está chica no tendrá hambre o algo pero no sé, pero no la he visto ni en el comedor ni nada, y no había comida por su habitación. 

- No, no tengo hambre, ¿nos vamos ya de fiesta? 

- Sí, pago y nos vamos. 

Quizás no debería llevarla a esta fiesta, aquí en este internado tengo fama de mujeriego, sí se que lo soy, pero tampoco quiero que piense eso ¿por qué me preocupo? es una más Ángel, te la follas y listo. 

- Dios vamos dentro tengo frío - dice ella abrazándose a si misma. 

- Toma mi chaqueta, no tengo frío. 

- No hace falta. 

-  Anda venga Ann no te hagas la dura. 

- Joder vale. - se la pone, está preciosa con ella. 

- Te queda genial. 

- Ya sabes tengo un don, me quedan bien la ropa de tío. - se está riendo, es la cosa más bonita, por favor Ángel para de ser un puto imbécil. 

- Lo confirmo. 

NARRA ANN:

Esta fiesta tiene buena pinta, quiero un trago ya por favor, necesito beber para no estar tan nerviosa ¿por qué lo estoy? porque tengo un tío que seguro que parece un dios, y llevo su puta chaqueta. 

- ¿Quieres algo de beber?

- Sí por favor, animemos esto. 

- Ven por aquí. - llegamos a lo que parecía donde se servía el alcohol, Ángel saludaba a un tipo muy raro.

- ¿Qué bro esa es tu nueva chica? ¿Cuánto te va a durar dos semanas?

- EH, NO SOY SU CHICA ¿TE QUEDA CLARO IMBÉCIL?

Mi desastre favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora