Capítulo 9.

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Narra Ann:

Son las tres de la mañana, me he despertado cubierta en sudor, estoy temblando, tengo miedo, las pesadillas han vuelto.

Estoy en casa de la abuela, estoy sola, escucho ruido en la habitación del abuelo, aunque es imposible.. él no está vivo, estoy sentada en su sillón, le echó de menos.

- Ann - escucho su ronca voz desde el salón.

- ¿Abuelo? 

- Sí, ven aquí. - llegó a la puerta de su habitación y le veo, tan guapo como siempre, con esa sonrisa que siempre me sacaba, está aquí.

- ¿Abuelo? ¿Eres real? ¿Estás aquí?

- Que más da si estoy o no, ven y dame un abrazo, te echo de menos. - Corro a sus brazos, pero nunca llegó, no consigo abrazarle.

- ABUELO, TE QUIERO, TE ECHO DE MENOS. - gritó pero no me oye, nadie me oye. 

Ahora estoy rodeada de gente, mucha gente, todos me señalan y se burlan de mi, ¿por qué? yo no he hecho nada. Dejadme. Y vuelvo a caer a un pozo, a un pozo sin fondo, en la que una persona me persigue, me está persiguiendo, corro y corro y consigue atraparme. Se quita la capucha, y no consigo ver a nadie, nunca lo veo, solo me despierto asustada, bañada en sudor, pálida, estoy harta. 

Todas mis noches son así, no consigo que se vayan, no puedo, se nota que duermo mal, tengo miedo de dormir, se que volverán a aparecer. Me echó a llorar hasta que me quedó dormida completamente. 

***

La semana ha ido bien, lo bien que puede ir en una cárcel, debo irme este fin de semana a mi casa porque mi madre me necesita, no me han dicho para que, pero no me va a gustar lo veo. Por cierto, Ángel ha dormido aquí, porque quería despedirse de mi, en fin, tenia que ir con su padre a un evento, al menos le dicen para que le necesitan, así que estamos abrazados en mi cama, porque han suspendido las clases hoy, nos han avisado porque no hay luz, y este internado sin luz no funciona, así que mejor. 

- Eh, pequeña. - dice con voz ronca.

- No soy tan bajita. 

- Sí lo eres. 

- Bueno un poco, pero jo no me lo restriegues. 

- Sabes que te quiero igualmente.

- Soy 1'64 llena de amor y lo sabes.

- ¿Dónde lo guardas?

- No lo sé, no suelo darlo, es mío.

- Eres mía.

- ¿Si soy tuya, tú eres mío?

- Supongo.

- Entonces eres mío.

- Tuyo.

- Damos asco.

- Lo sé, anda pásate el cigarro ya que nos afecta.

- Pues sí.

Toda la tarde estuvimos jugando, y haciendo el tonto, me sentía bien con él, pero me tenía que ir, le di un abrazo y un beso y me fui.

***

- Ángela ven aquí. - ya está mi madre llamándome por mi nombre, desde que se murió mi abuelo no dejo que me llamen Ángela.

- Te he dicho mil veces que no me llames así joder.

- Esa boca niña. Tenemos una cena importante, ponte ese vestido y nos vamos.

Era un vestido negro y blanco, ceñido, y corto, tenía escote, sí me querían prostituir al parecer, junto con unos taconazos negros. 

Mi hermano Marshall también iba con su precioso traje, iba muy guapo, lo echaba de menos mucho, y él a mi. 

- Enana estás preciosa. - dijo impresionado.

- Gracias, tú tampoco estás mal, deberías ir así, con traje los tíos ganais más. - dije mientras reíamos. 

Después de una hora o así estábamos en un sitio muy lujoso, y yo desentonaba, como siempre. Vamos a conocer a unos empresarios muy importantes, o eso dicen mis padres. La familia era la gran familia Collins. Y nosotros eramos la familia Walker. No usaba los apellidos de familia, usaba el de mi madre, era Ann Evans. 

Cuando entró y veo a Ángel, era Ángel Collins, siempre le han llamado Ángel nunca supe su apellido, bien Ángela. También está su hermano, ¿desde cuando tenía un hermano? Enseguida nuestras miradas coinciden y sonreímos. Mi padre me está presentando, pero no me molesto en prestar atención, y Ángel al parecer tampoco. Solo estamos él y yo. 

- Chicos podéis ir a conoceros o dar una vuelta, lo que queráis, nosotros hablaremos de negocios.

- Vale. - respondemos al unísono. 

Nos vamos por ahí, a pasar juntos la tarde/noche, tendría un día entero para estar con Ángel, está idea me gusta, quiero estar con él hoy. Mi hermano se quedó con el hermano de Ángel, miedo me dan esos dos. 

Narra Ángel:

Quien me iba a decir que está cena no iba a ser tan aburrida, ver a Ann con vestido, tan perfecta, no podía evitar sonreír, mirarla como si fuera la única en el mundo, me da igual sus padres, pero gracias por traerla a mi vida, es lo mejor que tengo a día de hoy. 

Me han dicho que puedo llevarla donde quiera, pf, voy a coger mi moto, sí. Espero que no la den miedo, porque me apetece hacer una de carreras clandestinas, pero no, es demasiado peligroso para ella, y más que vamos como pijos, ya para la próxima. 

- ¿Te dan miedo las motos?

- ¿Eh?

- ¿Que si te dan miedo las motos?

- No, perdona estaba entretenida. 

- Pues sube pequeña. 

- Voy. ¿Por qué no sabía que tenías un hermano?

- ¿Qué más da? - digo frío. 

- A mi me importaba. - suena enfadada.

- Es que no me hablo mucho con él. - realmente mi hermano y yo si hablamos, e incluso salimos juntos y esas cosas pero mejor que no sepa nada. 

- Os parecéis mucho, pero eres mucho más guapo. - me susurra. 

- Lo sé, tú hermano me matará si me ve algún día contigo.

- Posiblemente.. sí. - dice riéndose. 

- Pues tengo miedo. - digo con burla. 

- No te hará nada a no ser.. que yo le diga que te haga algo. 

- Nunca lo harías. 

- No juegues conmigo Collins. 

- Te quiero Walker/Evans. 

- Y yo a ti Collins. 

- Agárrate fuerte a mi pequeña.

Mi desastre favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora