Capítulo 5.

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NARRA ANN:

- ¿Puedo besarte?

No me dio tiempo responder, sus labios estaban sobre los míos, nuestros labios se movían al compás, se complementaban, parecían que estaban destinados el uno para el otro, ¿qué estás haciendo? ¿besa bien? besa que te cagas pero no puedes hacer esto, su lengua estaba jugando con la mía, en medio de esa batalla a mi me faltaba el aire, dios debería dejar de fumar, me retiré de él, él junto su frente con la mía y me miro fijamente, su mirada me miraba con ternura y pasión, ¿qué estaba pasando? tenía los labios hinchados, y yo seguro que también.

- Me dijiste que la próxima vez si iba a hacer lo que quisiera que lo hiciera. 

- Fallo mío, y no se por qué cojones has hecho esto, esto nunca ha pasado ¿vale?

- Esto ha pasado Ann, por cierto antes llamó tu exnovio. 

- ¿¡Qué?! ¿Qué dijiste Ángel? Juro que te dejo sin progenitores para toda tu vida. 

- Le dije que no te llamará más, que estás conmigo. 

- Uno no estamos juntos. Dos ¿¡QUIÉN COÑO ERES TÚ PARA DECIR A NADIE QUE NO ME LLAME GILIPOLLAS?!

- Si lo dejastéis fue por algo, ¿no crees?

- No le quería, bueno, has tenido suerte. 

- Venga Ann, cuéntame qué paso, tenemos mucha noche y creo que no quieres que juguemos en mi cama.

- ¿Contigo? Egh no.

- Me deseas, admítelo, todas lo hacen.

- La diferencia entre yo, y tus putitas, es que yo tengo cerebro y ellas no, tendrán aire. 

- ¿Estás celosa?

- No. 

- Sí, y lo sabes. 

- Eres insoportable capullo. 

- Anda vamos a sentarnos en el sofá. 

- Que remedio. 

- ¿Por qué te metieron aquí?

- Digamos que follar en el despacho del director no está bien visto.

- ¿En serio?

- Sí se cabrearon mucho, por favor. 

- Eres la puta ama. 

- Gracias ya lo sabía. - le guiñé un ojo.  

NARRA ÁNGEL:

Lleva unos cuantos minutos callada, es muy tarde, hemos estado hablando de todo un poco, y lo que estoy conociendo de ella me encanta, sabéis me estoy dando asco. Intento moverme pero ella está tumbada sobre mi pecho, y sí, se ha quedado dormida. La cojó y la llevo a mi cama y la arropo, antes de irme a dormir me fumaré un cigarro. 

- ¿Ángel? 

- Dime Ann, estoy aquí. 

- ¿Puedes dormir conmigo? - tenía una pinta horrible, estaba cubierta de sudor, y estaba muy palida.

- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien? 

- Sí, sólo ha sido una pesadilla, ¿puedes dormir conmigo por favor?

- Sí, ahora mismo voy. - tiro la colilla y voy hacia la cama y me tumbo a su lado, ella recarga su cabeza en mi pecho, y yo le acaricio el pelo. 

- Gr..gracias. - está nerviosa, no sé con que habrá soñado pero empiezo a preocuparme. 

***

Son las 10 de la mañana y estoy despierto con una resaca que flipas. Y la veo, tumbada sobre mi pecho, dormida, está increíble, la rodeo con mis brazos. Despertar así es un placer. Mierda el móvil está vibrando, dejarme saborear el momento 1 hora más. 

- ¿Sí?

- ¿Qué pasa se te ha olvidado que habíamos quedado?

- Oh Tiffany, te quiero decir algo.

- Soy todo oídos. 

- Te dejó, adiós. 

- Hijo de pu.. - cuelgó, no necesito oír sus quejas de niña mimada, tengo a la única que quiero aquí, delante mía. 

Me levantó a darme una ducha fría, para quitarme la resaca.

Narra Ann:

Me levanto en una habitación, no es la mía, me duele la cabeza, y llevo una camiseta que no es mía, coño ya me acuerdo, estoy en la habitación de Ángel, pero ¿donde está?

- ÁNGEEEEEEEEEEEEEEL. - gritó, mierda no debería hacer eso me duele la cabeza. 

- Estoy en el baño, pasa. 

- Bueeeeenos dí.. mierda Ángel tío, avísame cuando solo tengas una toalla en la cintura. - se empieza a reír, su risa ronca es preciosa, me encanta. Sus abdominales por favor, su torso desnudo, creo que este chico es un dios, por favor. 

- Tranquila disfruta de la vista, pero tengo que vestirme. 

- Ah perdona, oye ¿tienes un cigarro?

- En la mesilla, coge los que quieras.

Estoy fumando en la terraza cuando alguien me abraza por detrás y pone su cabeza en mi hombro. 

- Esto no está nada mal, me acostumbraría a que te despertarás todos los días aquí. 

- Eso no va a pasar Ángel. 

- Bueno, estás invitada a la mansión de lujo de Ángel cuando quieras. - me guiña un ojo y me da un beso en la mejilla. Sonrió, me empieza a agradar.

- Oye Ann.

- Dime.

- ¿Y esta cruz tatuada en la espalda? 

- Pues un tatuaje bien bonito. 

- ¿Qué signfica?

- Lo mucho que echó de menos a mi abuelo. 

- Mierda.. lo siento. 

- Nada tranquilo. 

- Ann.

- ¿Qué?

- Nada sólo me gusta tu nombre, tu risa, creo que me gustas tú. 

Mi desastre favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora