Capítulo 10.

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Narra Ann:

Me agarro a él, no es que me den miedo las motos, bueno quizás un poco, un amigo murió en un accidente de moto y desde entonces no he vuelto a subir a ninguna, quizás si tengo un poco de miedo, pero eso nunca se lo admitiré a él, sé que soy un juego para él y él lo es para mi.

- ¿Tienes miedo Ann?

- En tus sueños Collins. 

- Estás temblando nena.

- Tengo frío, además este vestido no deja a la imaginación.

- Aún no entiendo como te has subido a una moto con vestido.

- Sorprende eh. 

- Eres una caja de sorpresas, sigo opinando que te sobra el vestido.

- A ti te faltan neuronas pero no me quejo. 

- Eres muy mala conmigo. - acelerá más la moto y hace que me acerque más a él apoyando mi cara en su espalda y cerrando los ojos.

- Así que no tienes miedo eh. 

- Que te den Collins.

- Mi apellido en tu boca suena bien, imagínate Ann Collins. 

- Imagínate que no.

- ¿Quieres que aceleré más?

- ¿Seguro que no quieres violarme? 

- Te dejarías. 

- No. 

- Sí. 

- Agh que te den.

- Me amas pequeña.

- En tus mejores sueños.

- En mis mejores sueños sales desnuda y gritando mi nombre, pero también podrías gritar eso. 

- En mis mejores sueños sales mudo.

- Pero salgo. 

- ¿Tienes que cambiar todo el sentido verdad?

- Sí. 

No le hablé en todo el camino, no sé donde me llevaba, estábamos muy lejos ya, y no sabía donde estábamos, de repente para la moto, y se baja, y me ayuda a bajarme, todo está oscuro, no veo nada, ni a nadie. 

- Si no te bajas el vestido es imposible concentrarme.

- MIERDA COLLINS, AVÍSAME CABRÓN.

- ¿Y perderme esas culotte negro? Ni de coña.

- Te odio. 

- Ven anda. - me agarrá la mano y me lleva a una colina, es preciosa, se ven todas las estrellas, y me encanta, es un lugar tranquilo. Nos quedamos callados mirando las estrellas tumbados en la hierba. 

- Mi abuelo siempre me decía que si le echaba de menos que mirara las estrellas, y la más bonita sería la nuestra. ¿Cuál crees que es la más bonita Ángel? 

- La más bonita eres tú, eres la estrella más bonita de todo el firmamento. 

- No mientas anda. 

- Para mi y lo más seguro que para tu abuelo eres y serás nuestra estrella más bonita, así que mírate y verás a tu abuelo apoyándote. 

- Para ser un imbécil dices cosas muy bonitas. 

- ¿Es lo más bonito que me puedes decir?

- No, prefiero hacer esto. - me siento a horcajadas encima de él mientras le beso y le abrazó. 

Mi desastre favorito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora