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Su mano se posa en su pecho luego de que su cuerpo diese un fuerte respingo. El fuerte tono de llamada que proviene de su celular, la había asustado.

—¿Hola? —contestó, al terminar de comer su tostada.

—¿Dónde estás? Te dije que te quería ver aquí a las ocho. Son las ocho y dos.

Mikasa rodó sus ojos.

Debe estar bromeando.

—¿Cómo es que conseguiste mi número? —inquirió omitiendo su regaño.

—¿Acaso debo recordarte que eres amiga de mi hermano? Baja ya.

¿Qué se creía ese engreído?

—Sí, sí, como sea —colgó. 

Antes de terminar su café, registró el número bajo el nombre de "Gruñón de la cafetería". ¿Por qué? No había un por qué, ese tipo era lo más grosero y fastidioso que había conocido en su corta vida.

Caminó a su habitación para darle un vistazo a Sasha y no pudo evitar negar suavemente su cabeza al oír los fuertes ronquidos y ver el hilo de baba que salía de su boca. No, no se levantaría en un buen rato.

Enarcó una de sus cejas al encontrarse a Levi a mitad de las escaleras con una cubeta llena de productos de limpieza. 

Ni siquiera me dejó bajar.

—Ya sabes que hacer —dijo, extendiéndola.

La tomó de mala gana y se dirigió al vehículo sin decir palabra alguna.

Mientras el tiempo pasaba y la joven limpiaba, Levi permaneció cerca, supervisando su trabajo. Para su sorpresa, Mikasa limpiaba muy bien y en ningún momento escuchó gruñidos y/o insultos hacia su persona. Pareciese como si sólo quisiese terminar su deber (o en otras palabras, el deber de su mejor amiga) y no tener ningún tipo de inconveniente con él.

Se admitió a sí mismo que era algo que agradecía. Ya estaba harto de discutir.

Cuando por fin terminó, le ofreció un vaso de limonada helada. Debía aceptarlo, hizo un gran trabajo.

{❤}

Luego de acabar un extenso trabajo, Liam se lanzó agotado sobre su cama. No podría tolerar tener otro pendiente, solamente quería dormir. Pero, por más que lo desease, su cerebro no respondía ante ello. Giraba de un lado a otro, Intentando cerrar sus ojos, fallando en el intento.

El sonido de notificaciones de su celular se hizo presente cuando estuvo al bode de conciliar el tan apreciado sueño. Con desgana, lo agarró del buró junto a su cama. Era un mensaje de Mikasa.

Mikasa:
«Haz estado ocupado últimamente, ¿verdad? Asumo que sí... Ya estoy olvidando como es tu rostro. Espero que no hayas olvidado el mío. ¡Da lo mejor de ti, Ackerman dos! »

Con una gran sonrisa situada en su rostro, mueve sus dedos con el fin de responderle.

Liam:
«Lo mismo para ti, Ackerman tres. Sigue dando lo mejor de ti, y... No me olvides... Por favor.»

Soltó un suspiro y dirigió su mirada al techo luego de presionar la tecla "enviar". Las sensaciones que se apoderaban de su cuerpo cada que pensaba en ella, han aumentado últimamente.

Para él, Mikasa era una chica perseverante, amable e inteligente. Sin olvidar mencionar que era muy hermosa.

"Parece que te gusta mucho esta tal Mikasa"

𝐷𝑜𝑢𝑏𝑙𝑒 𝑙𝑜𝑣𝑒 [𝐸𝑛 𝐸𝑑𝑖𝑐𝑖𝑜́𝑛]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora