Levi Ackerman se encontraba de mal humor
De muy mal humor.
Aquel día empezó con el pie izquierdo. No, toda su larga semana.
Todo comenzó el lunes. Levi tenía la extraña creencia de que si su primer día de la semana empieza bien, toda la semana seguiría igual hasta el final. Pero si empezaba mal, terminaría igual o peor a como le había sucedido.
Temprano en la mañana, se dirigió a la universidad. Era su último semestre, así que sólo debía cursar pocas materias y hacer sus pasantías. Los días lunes, solamente, tenía una clase. Al entrar al aula, vio a todos sus compañeros sentados, con sus cabezas enterradas en grandes libros y libretas. Confundido, se acercó a uno de ellos para preguntar que ocurría. Chris, le contestó que escuchó un rumor en los pasillos que decía que el maestro Hukings había peleado con su esposa la noche anterior.
Maldita sea.
El profesor Hukings es un profesor que era de su agrado. Era bueno en su trabajo, carismático y empático, era fácil encariñarse con él. Sin embargo, cuando este discutía con su esposa, se molestaba. Y si se molestaba, todo ese sentimiento se reducía en un examen.
Un examen sorpresa.
Levi se sentó rápidamente en su pupitre y sacó sus apuntes. Él era bueno en esa asignatura, incluso solía destacarse. Sin embargo, en ese tipo de pruebas, las preguntas eran bastante difíciles. Nada que ver con lo que solían hacer en clases. Usualmente cuando se entregaban los resultados, se podía escuchar en los pasillos los lamentos de las personas. Ha corrido con la suerte de sacar buenas notas en todos ellos.
Hasta hoy.
Leía tan rápido como podía, mas fue en vano. No tuvo tiempo de pasar a la tercera página por culpa de la fuerte voz de su profesor diciendo:
—Todos tomen asiento. Bolsos en el suelo, bolígrafo negro afuera, no rojo, no rosa ¡Negro! y cuidado que a alguien se le ocurra sacar un lápiz. Sabes que me refiero a ti, Smithers.
Levi cumplió todo lo que había dicho, menos lo de colocar su mochila en el piso. Nunca lo hacía porque podía ensuciarse. Solía colocarla bajo el pupitre y sobre sus pies.
—Tienen exactamente treinta minutos para responder —vociferó mientras entregaba las hojas a cada uno de sus alumnos—. No, mejor veinte. Sí, veinte. Este examen está fácil. Tan fácil que incluso un niño podría responderlo.
Todos protestaron en voz baja.
—No hablen, no pidan prestado nada y en la medida de lo posible, no respiren —concluyó—. Ya pueden empezar.
Levi observó el examen antes de contestarlo. Ensanchó sus ojos al notar que eran quince preguntas de argumentación, ninguna de opción múltiple. Maldijo en voz baja a la esposa del susodicho antes de disponerse a responder.
A cinco minutos para que finalizara el examen y a tres de preguntas de terminar, la mano de Levi se sentía cansada. En la penúltima pregunta, la tinta de su bolígrafo se agotó. Lo sacudió una y otra vez tratando de que funcionara.
Nada.
Lo dejó caer bruscamente en el pupitre y giró a ambos lados, buscando ayuda.
Sabía que las reglas generales eran: No abrir el morral durante un examen y no pedir prestado nada. Pero, ¿Y si lograba hacerlo sin que lo descubrieran?
Hukings parecía concentrado en su celular, y por la expresión en su rostro, Levi supuso que hablaba con su esposa. A su izquierda estaba Kari, una chica tímida y solitaria con la que poco interactuaba. A su derecha, Brooke, una chica con una personalidad bastante opuesta a la de Kari, pero con la sólo compartía saludos por mera cordialidad.
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𝐷𝑜𝑢𝑏𝑙𝑒 𝑙𝑜𝑣𝑒 [𝐸𝑛 𝐸𝑑𝑖𝑐𝑖𝑜́𝑛]
ФанфикLa vida de Mikasa en la ciudad, no es como siempre lo imaginó. Nunca pensó vivir en un apartamento con el tamaño de una caja, como tampoco pensó que después, viviría cerca a un par de gemelos. ● Ship: Rivamika. ● Comedia, Romance. ● Universo Alterno...