𝒰𝓃𝑜

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𝒜𝓋𝑜𝓃𝓁𝑒𝒶

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𝒜𝓋𝑜𝓃𝓁𝑒𝒶

Omnisciente

La familia Manchester, en su mayoría conformada por mujeres, acababan de llegar a Avonlea. Las más emocionadas, eran las gemelas de 12 años y sus hermanas mayores, nunca habían visitado Avonlea, y ahora se convertiría en su hogar.

La situación económica de la familia, era cuestionable. Definitivamente, no eran de clase alta, pero la mayoría de las veces no les faltaba nada. Repito, la mayoría de las veces. Algunas veces la familia no tenía ni que comer, pero esperaban que ahora que se habían mudado, su situación pudiera mejorar.

El carruaje los estaba llevando a su nueva casa. Andromeda estaba sentada al lado de sus padres, mientras que Cassiopeia estaba al lado de las dos gemelas

-¿Cuanto falta? -preguntaron las gemelas a la vez mientras soltaban un suspiro de desespero y echaban la cabeza hacia atrás

-Poco mis niñas -les contesto su papá

-¿Cuanto exactamente? -preguntaron las cuatro hermanas

George sonrió

-Como 5 minutos -dijo el hombre

-Eso dijiste... -dijo Sol

-Hace 5 minutos -completo Luna

-Ayúdame -le dijo George a su esposa

-Tienen más en que pensar, como en el picnic de la iglesia, ahí conocerán al pueblo -dijo Aurora con una sonrisa

-¿En serio creíste que eso las animaría? -dijo Andromeda divertida al ver que las muecas de sus hermanas no se borraban

-Se de algo que las animara -dijo George-. Volteen hacia atrás

Las gemelas y Cassiopeia lo hicieron

-Bienvenidas a su nuevo hogar -les dijo el hombre

Las gemelas compartieron una mirada y sonrieron

-¿Estás lista para correr, Lu? -le susurró Sol mientras seguían mirando la casa

-Siempre -le susurró con una sonrisa-, ¿y tu?

-Siempre -le contestó

Volvieron su vista hacia sus padres y entrelazaron sus manos. Cuando el carruaje se acercó más a la casa, Luna apretó la mano de su gemela, el carruaje se estaba deteniendo enfrente de la casa, Sol apretó la mano de Luna, el conductor abrió la puerta, las dos apretaron sus manos, bajaron del carruaje, su padre abrió la puerta y se apartó para que las mujeres entraran primero, Luna y Sol entraron corriendo, subieron las escaleras y empezaron a abrir y cerrar puertas, hasta que Luna encontró la habitación más grande

ℒ𝓊𝓃𝒶//𝒢𝒾𝓁𝒷𝑒𝓇𝓉 ℬ𝓁𝓎𝓉𝒽𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora