Luna es una chica de clase casi baja. Pero el hecho de que no se puedan permitir comprarse regalos en navidad, no es el mayor de sus problemas, tiene cosas más importantes con las cuales lidiar, como su padre en la guerra o repentinos sentimientos h...
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𝒯𝒽𝑒 𝒻𝒾𝓇𝓈𝓉 𝒷𝓇𝑜𝓀𝑒𝓃 𝒽𝑒𝒶𝓇𝓉
Omnisciente
Finalmente había llegado. La feria del condado. Luna se puso un vestido de color azul acero y Sol uno amarillo; Luna iba a empezar con la cuarta margarita, cuando su familia la llamó. La familia, en su mayoría conformada por mujeres, subió al carruaje, conducido por George; finalmente llegaron al lugar. Cassie, Luna, Sol y Andy, bajaron del carruaje. Andromeda y Luna entrelazaron sus brazos, al igual que Sol y Cassiopeia.
—Damas y caballeros, bienvenidos a la Feria de la Isla. Pasen por aquí. Por aquí, señorita
Las cuatro hermanas miraban a su alrededor fascinadas
—¡Vengan a experimentar la maravilla de volar! ¡Vean la isla como nunca antes la vieron!
—¡Que emocionante! —dijo Luna viendo el globo
—Es una trampa mortal —dijo Timothée que acababa de llegar junto a John
Se dirigieron al lugar en el que se realizaría la competencia de postres para que Hannah pudiera preparar todo. Ahí, las gemelas se encontraron con Anne
—Representar a nuestra Avonlea frente a...normalmente, temblaría de solo pensarlo —decía la pelirroja mientras preparaba todo—, pero con la receta de Mary, se que me distinguiré
—Debo admitir que me sorprende que hayas hecho un pastel tan sensato —dijo Marilla
—Cierto. No es tu estilo —dijo Sol
Anne levantó frascos con las decoraciones
—Por supuesto —dijo Luna con una sonrisa mientras tomaba uno de los frascos
Anne empezó a decorar su pastel. Las gemelas se ofrecieron a ayudar, pero Anne quería hacer todo por su propio mérito, por lo que las dos hermanas sólo aguardaron a que terminara
—No debiste compartir tu receta secreta de bollos de ciruela —le dijo Rachel Lynde a Marilla
—No te atreverías
La Sra. Lynde quitó la manta de su canasta, dejando en evidencia su broma
Ambas mujeres rieron
—Tienes razón. Valoro nuestra amistad. Y mi vida —dijo la Sra. Lynde
(...)
Finalmente, Anne terminó de decorar su pastel
—¡Listo! Es un festín para los ojos y el paladar —les dijo Anne a Matthew y Marilla—. Y tengo el número 16
—Es un buen augurio —dijo Marilla
—Toma. Para lo que te guste —le dijo Matthew mientras le extendía unas monedas
