Luna es una chica de clase casi baja. Pero el hecho de que no se puedan permitir comprarse regalos en navidad, no es el mayor de sus problemas, tiene cosas más importantes con las cuales lidiar, como su padre en la guerra o repentinos sentimientos h...
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𝒜𝓃𝓃𝑒'𝓈 𝓅𝒶𝓇𝑒𝓃𝓉𝓈
Omnisciente
Luna, Sol, Anne y Diana salieron de la escuela mientras reían.
—Ustedes tres tienen suerte. Montan como niño —les dijo Diana cuando Anne se dirigió a Belle—. Odio tener que ir de lado
—Hasta mañana, Diana —le dijo Moody
—Lindo caballo —le dijo Charlie a Anne—. Adiós —se despidió de su novia
Sol le dio un rápido beso en la mejilla
—Adiós, imbécil —le dijo a Luna mientras le sacudía el cabello
—Adiós, no deseado —le dijo Luna
Después, Charlie se fue con Moody
—Si quieres hacerlo, hazlo —le dijo Anne a Diana
—Es tu vida, ¿no? —le dijo Luna
(...)
Las cuatro niñas iban arriba del caballo. Diana iba hasta enfrente, después Luna y atrás de la chica, Anne y detrás Sol
—No lo se —les dijo Diana a sus dos amigas—. No es correcto. Se me ven las rodillas
—Solo estamos nosotras y la madre naturaleza —contestó Anne
—Ella nunca te juzgaría —le dijo Sol
Después la pelirroja y las chica de rizos, se subieron la falda hasta arriba de las rodillas
—Listo. Solidaridad —dijo Luna—. ¿Como fue posible subir las cuatro? —dijo mientras reía
—No lo se —dijo Anne mientras las cuatro reían
—Repasemos todo —dijo Diana—. ¿Que digo si me preguntan porque Anne vino en caballo?
—Fuimos temprano para terminar algo —dijo Luna
—Por eso me dejaron tomar el caballo. ¿Como es que ya lo olvidaste? —le dijo Anne
—No quiero meterme en problemas, es todo —dijo la de azul—. Discúlpenme por no mentir tan bien como ustedes
—Si así hacemos lo que nos importa, vale la pena —dijo Luna
—¿No crees? —le preguntó Anne a Diana
—Supongo —contestó la chica—. Si
—Debo ver qué hacer con la señora Lynde —dijo Anne
—Buena suerte con eso —le dijo Sol
(...)
Ese día por la tarde, Anne fue a buscar a Luna para que la acompañara a Halifax. Después de que ambas chicas le rogaran de rodillas a los padres de la chica, le dieron permiso. Pronto estaban en el tren junto a Bash y Gilbert. Anne y Luna estaban sentadas una al lado de la otra. Los cuatro iban en completo silencio. Y no era para menos, ya que Bash iría a hablar con el ministro y con los amigos de Mary acerca del funeral de la mujer.
