Una noche de insomnio

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Después de seis meses las pesadillas seguían atormentando a Emma cada noche.

Después de la misión contra Valentine, se mudó con Eggsy, su alma gemela, a la casa donde solía vivir con su padre, sin darse cuenta del dolor que le traería eso.

En el momento de la muerte del agente Galahad, su difunto padre, no pudo llorar toda la pena que sentía, pues era un momento de riesgo por culpa de un loco que pretendía soltar un virus para acabar con la mayoría de la población mundial, pero ahora que todo se había solucionado su mente no dejaba de mortificarla.

Se levantó de la cama cuidadosamente, evitando despertar a su compañero y a sus perros, que dormían tranquilos a su lado ajenos al insomnio de la castaña.

Su camino hacia la cocina fue silencioso, pasando por los pasillos donde vivió toda su infancia. En momentos como ese se encontraba sumida en la melancolía, sabía que era imposible, pero no podía evitar desear que en cualquier momento su padre apareciera frente a ella para abrazarla y avisar que tenían una nueva misión en equipo. Pero eso nunca pasaría.

Calentando el agua para prepararse un té, apenas se sobresaltó cuando los brazos de Eggsy envolvieron su cintura.

-¿Otra pesadilla?- Murmuró el castaño, dejando un descuidado beso en su cuello.

-Si, lamento si te he despertado.- Dijo Emma dándose la vuelta y besando suavemente sus labios, esbozando inconscientemente una sonrisa al ver el rostro soñoliento de su compañero.

-No es tu culpa, tengo el sueño ligero.- Exclamó Eggsy soltando un ligero bostezo y ocultando su rostro en el cuello de su compañera.

-¿Quieres un poco de té?- Ofreció la castaña volviendo su atención al agua hirviendo, ignorando el puchero del castaño, que se quejaba al perder la atención de su compañera.

-Si por favor, no creo que pueda volver a dormir.- Dijo el castaño antes de ajarse para tomar un par de tazas.

Una vez servido el té, la pareja se sumió en un agradable silencio mientras disfrutaban de su cálida bebida.

-¿Quieres hablar de la pesadilla?- Preguntó Eggsy mirando a su compañera con preocupación.

Emma lo miró en silencio, antes de suspirar con pesar.- Es siempre lo mismo Eggsy, simplemente recuerdo una y otra vez la muerte de papá, siento que es mi culpa. Cuando anunció que iba a ir en una misión en solitario debería haber insistido más para acompañarlo. Ahora he perdido a mi padre y ni siquiera pude despedirme de él de una forma digna.

Eggsy levantó a la castaña y la acomodó en su regazo, abrazándola de forma reconfortante cuando su compañera estalló en desgarradores sollozos.

-No amor, no fue tu culpa para nada. Harry te amaba más que a nada en el mundo y estoy seguro que no le gustaría nada ver como te deprimes por su perdida.- Consolaba el joven limpiando las lágrimas que comenzaban a escapar de sus ojos, intentaba mantenerse fuerte por ella pero pronto su vista comenzó a aguarse, después de todo Harry se había convertido en una figura paterna para él.

Se aferraron el uno al otro, consolándose mutuamente con su presencia, dejando en el olvido el té a medio beber.

-Creo que necesitamos unas vacaciones.- Murmuró Eggsy sobre su cabello, oliendo su champú de naranja que siempre lograba relajarlo.

Emma lo observó en silencio analizando esa idea aún acurrucada en el cuello de su compañero.- Puedo hablar con Merlín, no he tenido un descanso del trabajo desde los 19 años.

Eggsy la miró extrañado.- ¿Hay vacaciones para un agente secreto?

Ella rió ligeramente antes de limpiarse las lágrimas de forma descuidada.- Los kingsman son como un trabajo cualquiera, con vacaciones y bajas. Normalmente las vacaciones son para que los agentes puedan pasar tiempo con sus familias, pero como mi padre y yo solo nos teníamos el uno al otro nunca necesitamos solicitarlas.

-Me gustarían unas vacaciones a solas contigo. Creo que a Roxy no le importaría cuidar a Riot y JB un tiempo.

-Podemos ir a Nueva York y si tenemos la suerte de conocer a los Vengadores, tal vez podría pedirle un autógrafo a Ironman.- Dijo Emma juguetonamente, haciendo una expresión de exagerada adoración.

Eggsy rió divertido.- ¿Enserio quieres ir a Nueva York? Acaba de ocurrir un intento de invasión alienígena hace poco.

Ambos se miraron silenciosamente, discutiendo de forma juguetona con la mirada.

-Nueva York suena bien.

The Kingsman SoulmateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora