La comida pasó con una agradable conversación, poco a poco los presentes comenzaron a sentirse más cómodos. Tony y Eggsy se estaban llevando muy bien, ya que ambos tenían un carácter similar.
-¿Tenéis algún trabajo?- Preguntó casualmente Natasha devorando algunas patatas fritas. Emma y Eggsy se miraron con complicidad.
-Si, ambos trabajamos en una sastrería de Londres llamada Kingsman.- Dijo el castaño bebiendo su martini, los héroes los miraron confusos, ¿trabajaban en Londres?
-Estamos en Nueva York de vacaciones.- Informó Emma al observar la confusión de los héroes.
-Eso significa que os vais a ir.- Dijo Bruce, llamando la atención del dios que observó a su compañera alarmado.
-Mi señora, ¿os vais?- Preguntó Thor poniendo ojos de cachorro, en un intento de cambiar la decisión de la castaña, que apartó la vista, su corazón no resistiría una acción tan adorable.
-Puedes quedarte aquí, los dos podéis, os conseguiré un trabajo y un apartamento, incluso podéis vivir en la Torre con nosotros.- Exclamó el millonario con seguridad.
-No hace falta, ya tenemos nuestra propia casa y un buen trabajo.- Murmuró suavemente la castaña, le apenaba no poder estar cerca de sus otros compañeros, pero por ahora no tenía ninguna intención de mudarse de su hogar.- Pero podemos vernos todos los días a través de videollamada y puedo visitaros cada mes.
-Eso está bien.- Dijo Steve ganándose una mala mirada de sus amigos, que querían estar con ella todo el tiempo posible.- Aún nos acabamos de conocer, sería raro si abandonaras toda tu vida solo para estar con nosotros.
Los héroes estuvieron de acuerdo a regañadientes, les iba a doler no estar con ella, pero tampoco podían pedirle que dejara todo lo que había conseguido hasta ahora solo por ellos.
-Entonces compraré una casa en Londres y pasaré allí mis vacaciones.- Exclamó Tony triunfante, si ella no podía quedarse en Nueva York entonces él se mudaría cerca de ella.
Emma no pudo evitar la sonrisa divertida que invadió su rostro, estaba sorprendida con la excentricidad del multimillonario, que no tenía reparos en comprar una casa nueva solo por capricho.- Si vienes a Londres te presentaré a Riot y JB.
-¿Quienes?
-Son nuestros hijos.- Sonrió Eggsy pasando un brazo por los hombros de su alma gemela que bufó divertida mientras buscaba fotos de sus queridas mascotas en el teléfono.
Les mostró la fotografía que tenía de ella y sus amados perros.- El border collie se llama Riot, lo tengo desde hace cinco años y el pug es JB, el bebé de la casa.- Nada más presentar al último, miró a Eggsy con burla, recordando los sucesos ocurridos el año pasado.
El chico bufó con molestia haciendo reír a Emma.- Ya sabes que pensaba que era un bulldog.
Los presentes se rieron de la cara de Eggsy, que rodó los ojos ligeramente divertido pero sin mostrarlo.
-¿Que os parece si pasamos la tarde en la Torre? Allí tendríamos más intimidad y podríamos aprovechar para conocernos mejor, después de todo estamos destinados a compartir el resto de nuestra vida.- Propuso el millonario una vez que trajeron la cuenta, de manera despreocupada arrojó unos cuantos billetes de cien para después levantarse y arreglar la chaqueta de su traje.
-Me parece bien, después de todo no tenemos nada que hacer.- Dijo la castaña levantándose con elegancia, los Vengadores sonrieron con felicidad, dejando sus asientos y comenzando a caminar hacía la salida, siendo seguidos unos pasos atrás por los dos británicos.
-Yo tenía algunas ideas, pero podemos dejarlas para esta noche.- Le murmuró Eggsy con picardía, Emma sofocó una carcajada y le golpeó con el codo en las costillas.
-Tal vez.- Susurró la castaña en su oído antes de acelerar y comenzar una amistosa charla con los dos espías.
-Que suerte he tenido.- Se dijo a si mismo Eggsy, corriendo para alcanzar al grupo, que se había comenzado a alejar.
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The Kingsman Soulmate
Hayran KurguEmma Hart lleva seis años trabajando y entrenando con su padre en la agencia de Kingsman. Poco después de haber conocido a su primer compañero las cosas se complican, un loco intenta poner en riesgo a la mayor parte del planeta y en medio de la misi...