Nuestro contrato © vmin

Capítulo 20

El temblor que traspasó a Jimin, directamente hasta su polla, captó su completa atención. Caminando despacio alrededor de su cautivo, Taehyung  arrastró los dedos a través de la carne sensible. Deteniéndose detrás de Jimin, metió un dedo en la hendidura de su culo, acariciando hacia abajo de manera juguetona la pálida carne. Un gemido suave lo hizo sonreír.

Una palmada picante, a uno de los dulces globos redondos, causó un agudo jadeo. Un segundo golpecito, a la otra nalga, provocó un nuevo gemido. Moviéndose alrededor del hombre atado, Taehyung cogió la abrazadera que estaba sobre la mesa. Tiró de la cadena para probar su fuerza y finalmente se colocó frente a su cautivo. La dura y mojada polla de Jimin tranquilizó a Taehyung. Sus dedos jugaron con los pezones ya endurecidos.

—¿Está todo bien?

—Sí... —Los ojos de Jimin se pusieron en blanco cuando los dedos de Taehyumg apretaron su carne—. Amo...

Inclinándose para chupar con fuerza el diminuto pezón, los dedos de Taehyung pellizcaron el otro. Cuando sus dientes rozaron la carne sensible, el cuerpo de Jimin saltó con un gemido, pero no fue un gemido de dolor. Después de liberar el mojado y duro pezón, Taehyung le colocó la abrazadera, apretándola muy lentamente.

—¡Amo!

—¿Demasiado?

—¡Verde! —la dura carne se estiraba hacia Taehyung confirmando la respuesta enfática de Jimin.

Lamiendo a través del pecho de Jimin, trató al otro pezón con el mismo cuidado. Con ambos pezones atados, Taehyung tiró con cuidado de la cadena que los conectaba.

—Sí, Amo... —El cuerpo de Jimin se arqueaba hacia Taehyung todo lo que la picota le permitía. Su polla rozó a Taehyung.

Taehyung e agarró las pelotas y dio un tirón para no evitar correrse. Tanto como quería que esto durara, no estaba seguro de que el anillo redujera la marcha hacia el clímax. La idea de enterrarse en el dulce y apretado culo de Jimin era casi demasiado. Se giró alejándose de la deliciosa vista de la pálida carne desvalida para recuperar el control.

—¿Amo? —el deseo teñía sus palabras.

Taehyung acudió su cabeza.

—Es solo... solo necesito un segundo. —El mundo de Taehyung se basaba en el control, pero en ese momento, no hacía un trabajo muy bueno. Volviéndose hacia su amante atado, sonrió con confianza—. Estoy bien. —Con un tirón agudo a la cadena, se inclinó hacia adelante y capturó los labios de Jimin con los suyos.

Los mordisqueó hasta que se separaron.
Jimin aceptó su lengua con un suspiro de alivio y una respuesta entusiasta. Las lenguas se enredaron mientras el cuello de Jimin se estiraba contra su restricción. Un quejido suave salió de su garganta, cuando sus labios se separaron.

—Amo...

—¿Qué quieres, Jimin? —Taehyung pasó las manos hacia abajo por los costados de su esclavo para agarrarle el culo—. Dime cómo te sientes.

—Quiero... sentirte... —Jimin jadeó cuando dos inquisitivos dedos separaron sus nalgas y se deslizaron hacia abajo por la caliente grieta—. Sí... Verde, Amo...

Taehyung se rio de su respuesta. La palabra segura parecía ser el único modo de Jimin de expresar lo que quería. Eso bastaría por ahora. Empujó un dedo contra el fruncido y diminuto agujero. El cuerpo de Jimin se estiró contra sus ataduras cuando empujó con el dedo.

Taehyung se separó y liberó su agarre sobre el hombre más joven. Acercándose a la pequeña mesa, tomó el lubricante. Puso una generosa cantidad en su palma y levantó el dildo. Cuando mojó el juguete de goma con el lubricante, se movió detrás de Jimin. Con un dedo mojado empujó entre las nalgas del firme culo y lo hundió en el agujero de Jimin sin advertencia.