Capítulo 5

679 106 7
                                    

Alcanzándolo con su otra mano, Taehyung pellizcó ahora un endurecido pezón apretándolo con fuerza. —Dime qué sientes.

—Bu... bueno, Amo. Bueno...

La palabra tartamudeada hizo sonreír a Taehyung. Había decidido darle pequeños pellizcos y tocarlo con las manos. Hasta que no fuera adiestrado, cualquier cosa más ruda podría ser peligrosa. Jimin podría no decirle cuándo parar, si las cosas iban demasiado lejos. Con una caricia alrededor de la goteante polla, Taehyung caminó hacia el cajón de los juguetes.

Pequeños instrumentos de dolor, abrazaderas, castigadores y similares, estaban almacenados en los cajones de un alto aparador. Los condones y varios lubricantes estaban colocados allí también. Agarrando el lubricante y un condón, Taehyung miró algunas abrazaderas de pezones. ¿Un par no muy apretado, quizás? De la clase que usaba como preparación para unas más apretadas. Tomando las abrazaderas, se volvió hacia Jimin.

Sus verdes ojos llenos de lágrimas lo miraron.

—¿Qué está mal, Jimin? —Taehyung volvió de una zancada rápidamente hacia el cabestrillo donde estaba atado el esclavo. Depositando sus juguetes en el cuero a su lado, Taehyung acarició el brillante pelo rojo—. Háblame.

—Mi... mi polla, Amo. Duele.

Besando las lágrimas junto con el sudor que se deslizaba hacia abajo por la cara de Jimin, Taehyung susurró:

—¿Cuándo fue la última vez que te permitieron correrte?

—No me lo permiten...

—Ahora sí. —Una llamarada de cólera abrumó a Taehyung.

A veces, él se lo había negado a Jungkook , pero sólo para obtener más placer. Que no le hubiera permitido correrse era absolutamente inconcebible. ¿Cómo podría YoonGi negarle, a su esclavo, algo tan básico? No era cuestión de torturar por torturar. Se trataba de encontrar placer en el dolor entre personas que pensaban de forma similar, en obtener placer de infringirlo y placer de recibirlo. Se preguntó si Jimin realmente había disfrutado del dolor o si sólo había sido condicionado para ello.

Agarrando el lubricante, se movió alrededor del cabestrillo y entre las piernas de Jimin. Después de lubricarse los dedos de la mano izquierda, Taehyung agarró la polla hinchada con la derecha.

—Vas a correrte para mí. —Bajando su cara a la enojada y rojiza carne, Taehyung chupó la punta mientras su dedo lubricado buscaba el fruncido agujero de Jimin—. Córrete para mí ahora, Jimin. Quiero probarte.

Trabajando con su dedo en el apretado pasaje, mientras su boca chupaba la cabeza del caliente falo, Taehyung probó un chorro de pre eyaculación. Su pulgar embutido contra el perineo, en tanto su dedo buscaba la próstata de Jimin. La otra mano de Taehyung sostenía la base de su polla, sus dedos masajeaban las apretadas pelotas. Su boca liberó la carne caliente, Taehyung susurró:

—Ahora, Jimin. Déjame probarte.

La boca de Jimin apenas cubrió el eje rígido, antes de que el primer chorro de fluido acre llegara a su lengua. Retirando su boca otra vez, le susurró:

—Déjame oír cómo se siente. —Su corrida salpicó sus labios—. Déjame oírte. Dime cómo te sientes. —Su boca engulló la carne dura otra vez. Deslizando un segundo dedo en el paso aterciopelado, apretó contra el nudo duro de la próstata de Jimin.

—Oh, Dios, se siente tan bien, tan bueno, Amo, tan bueno...

El balbuceo de Jimin, hizo sonreír a Taehyung alrededor de la carne todavía dura. Chupándolo hasta dejarlo seco, agregó un tercer dedo al agujero que se aflojaba. Su propia polla necesitaba de seria atención. Liberó a Jimin y deslizó sus dedos del tentador culo. Rodando un condón y lubricándose él mismo generosamente, miró las lágrimas que se derramaban bajo la cara de Jimin.

—¿Te duele?

Jimin sacudió su cabeza diciendo no, pero sus lágrimas no disminuyeron. Taehyung se apoyó hacia adelante y besó el líquido salado de sus mejillas.

—¿Quieres que me detenga?

—No, Amo...

Sosteniendo su polla estable, Taehyung se alineó con el agujero de Jimin. Empujando despacio, más allá del apretado anillo de músculos, Taehyung gimió de placer.

—Se siente bueno...

Jimin suspiró y empujó contra la carne invasora de Taehyung. Hundiéndose profundamente hasta las pelotas, luchó contra el impulso de vaciar su semen en la vaina aterciopelada. No quería que terminara tan pronto. Inclinándose hacia adelante, sus labios capturaron los de Jimin. El cuello de Jimin se estiró, para alcanzar un contacto más cercano. Tirando de sus grilletes, los delgados músculos de sus brazos se abultaron.

Los gemidos del joven fueron como fuego, quemando a través de Taehyung.

—Háblame, Jimin —susurró, sus labios rozaron los de Jimin—. Dime qué sientes.

—Bien...tan bien...Amo...

Taehyung no podía moverse más rápido sin perderse. Los apretados músculos se adhirieron a él mientras Jimin luchaban para moverse contra él. La polla, aún erecta, del joven rozaba contra el estómago de Taehyung.

Deslizando sus manos bajo el cuerpo sudado de Jimin, Taehyung encontró su boca con duros besos. El gusto a cobre de la sangre en su labio lastimado, no paró el asalto sobre la boca de Jimin. Los golpes lentos y estables, en el cuerpo apretado, rápidamente se hicieron frenéticos, cuando Taehyung comenzó a perder el control.

Sufría por esto, necesitaba esto; un esclavo dispuesto que le pidiera más, un cuerpo caliente para hacer lo que se le antojara. Alguien a quien cuidar, alguien a quien amar.

—Córrete conmigo, Jimin... —susurró rudamente. Las lágrimas de Taehyung se mezclaron con las de Jimin mientras su cuerpo explotaba.

El esperma caliente mojó su vientre cuando Jimin se corrió otra vez. Tan perdido como Jimin, aunque a su manera, lágrimas, sudor, saliva y semen se mezclaron cuando encontró, de nuevo, vida en el cuerpo de Jimin.

Nuestro contrato  © vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora