Capítulo 9

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Taehyung esperaba parecer tranquilo, porque seguro que no lo estaba.

Un vistazo rápido al reloj confirmó que sólo habían pasado cinco minutos, desde la última vez que había mirado. Otra media hora más, hasta que Seokjin y la policía llegaran.

Normalmente, Taehyung comía polis para desayunar. Como abogado defensor, conocía el modo en que trabajaban. Conocía también la naturaleza escéptica de cualquiera cuando trataba sobre BDSM.

Regresando hacia la cocina por más café, encontró a Jimin todavía sentado a la mesa. Encorvado y vestido con una sudadera demasiado grande para él, aparentaba tener cerca de quince años.

La expresión vacía, casi catatónica, de su cara no era de buen agüero para la entrevista. Las pesadillas de Jimin habían despertado a Taehyung un par de veces durante la noche. Se calmó rápidamente, pero en ambas ocasiones insistió en que nada estaba mal. En vez de rellenar su taza, la puso en el fregadero. El cuerpo de Jimin estaba tan tenso que parecía que se rompería con solo tocarlo.

Taehyung se acercó y descansó las manos sobre los hombros del hombre más joven. Un leve estremecimiento fue el único reconocimiento.

—Jimin, no tienes que tener tanto miedo.

—Yo... oh... —su respiración se aceleraba, al tiempo que se estremecía—. Amo...

Taehyung separó la silla de la mesa y se arrodilló delante del hombre aterrorizado.

—Estaré aquí contigo todo el tiempo.

Parecía una criatura salvaje, atrapada bajo los focos de un coche, asustado y listo para correr, pero sin saber dónde ir. Su lengua escapó, mojando los secos labios. Incapaz de resistirse a la tentación de sus labios húmedos, Taehyung se inclinó para darle un suave beso. Cuando se separó, la mirada salvaje y desesperada se había ablandado.

—Contigo todo el tiempo —susurró mientras enlazaba sus dedos con los de Jimin.

Ambos se sobresaltaron con el sonido de un golpe en la puerta.

—Un poco temprano. ¿Estás listo?.

[...]

—Pasen—. Taehyung hizo señas a Seokjin y al hombre de mirada severa que lo acompañaba.

A instancias de Taehyung, Jimin estaba en la sala de estar. Taehyung mantuvo la voz baja, así no los oiría en el vestíbulo.

—Está muy nervioso. No estoy seguro de que vaya a colaborar.

—Tenemos que hacerlo —susurró Seokjin.

—Lo sé. Solo quería advertírtelo.

—Éste es el detective Namjoon de Víctimas Especiales. Sabe cómo manejar situaciones como esta.

Taehyung cabeceó ante la presentación.

—Kim Taehyung.

Después del apretón de manos con el detective, les hizo señas a ambos hombres para dirigirse hacia la sala de estar.

Seokjim se quedó atrás y le susurró:

—Oh, Taehyung, traje la ropa de Jimin de mi casa.

—Gracias. Planeo conseguirle más, pronto. —Taehyung aceptó el pequeño bolso que Seokjin le ofreció.

Cuando entraron a la sala de estar, encontraron a Jimin acurrucado en una esquina del sofá, con las rodillas abrazadas y apretadas contra su pecho.El corazón de Taehyung dolió ante la triste imagen que el joven presentaba. Dejó caer el bolso al lado de la mesita, se acercó a Jimin y apretó su hombro.

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