Capítulo 6

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Taehyung besó las muñecas de Jimin cuando las liberó. Lamiendo la piel enrojecida, probó la sal de su sudor, mezclada con los restos almizcleños del cuero. Jimin miraba cada movimiento como si estuviera esperando que sucediera lo inevitable. Moviéndose una vez más entre sus muslos blancos como la leche, Taehyung liberó los tobillos de sus restricciones.

—Ven aquí —dijo abriendo los brazos.
Con un leve quejido, Jimin se metió entre ellos.—Abrázame. Quiero que lo hagas.
Con las palabras susurradas de Taehyung, los brazos de Jimin lo apretaron hasta casi provocarle dolor. Los suaves susurros se convirtieron en ligeros sollozos.

—Está bien. Ahora yo voy a cuidar de ti.
Los sollozos sacudieron el cuerpo de Jimin, que se convulsionaba casi como si sufriera un ataque de histeria.

Frotando la espalda de Jimin por debajo de su descuidada camisa, Taehyung susurró:

—Déjalo salir. Las cosas van a ser diferentes, pero para mejor.

Después de una ducha caliente, un Jimin más tranquilo se sentó en el sofá y se acurrucó contra Taehyung, apoyando la cabeza contra su pecho. Vestido con sus vaqueros y una camiseta prestada, parecía más cómodo que antes, menos tenso por el contacto cercano. Con un brazo rodeando al nervioso joven, Taehyung comenzó a indagar.

—¿De dónde eres? —tal vez con preguntas sencillas obtendría más información.

—De aquí. De Nueva York.

Las respuestas también fueron sencillas. Esto podría llevarle algún tiempo.

—¿Tienes familia aquí?

—No. Están todos muertos.

—Lo siento. Sé lo que es perder a alguien que quieres —dijo Taehyung mientras le acariciaba el pelo.

—No los recuerdo.

—¿Quién te crió?

—Familias adoptivas.

—¿Una o varias? —no le extrañaba que no estuviera acostumbrado a las muestras de cariño.

Entre Min YoonGi y el sistema de adopción, no le sorprendía que tuviera miedo de todo.

—Seis. Fueron seis.

—¿Cuántos años tenías cuando fuiste adoptado por primera vez?

—Cinco, creo.

Demasiado mayor para ser adoptado con facilidad. Taehyung cerró los ojos pensando en el pobre niño, perdido en el sistema.

—¿Cómo eran tus padres adoptivos?

—Yo era desobediente. Tenía que ser castigado. Esa fue la razón por la que mi último padre adoptivo me vendió a mi Amo. Dijo que él me haría ser obediente.

Taehyung luchó por mantener escondida la cólera que sentía. —¿Cuántos años tenías cuando pasó eso?

—Dieciocho, creo.

—¿No sabías cuántos años tenías?

—Creía que tenía dieciséis, pero mi padre adoptivo me dijo que tenía dieciocho, porque de otra forma no podría haberme vendido. — El tono de Jimin era tan tranquilo, de hecho, como si esa fuera la manera en que las cosas se suponía que tenían que suceder. —¿Cómo servías a tu padre adoptivo? Dime todas las cosas que hacías.

—Limpiaba la casa, lavaba el coche, lo ayudaba cuando se bañaba y si era bueno de verdad, me dejaba que se la chupara. Pero eso no ocurría demasiado a menudo, porque yo era malo.

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