Capítulo veintitrés

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—Estoy nervioso... —Taehyung casi hiperventilaba mientras lo decía. Iba en el auto y agradecía que fuera Hoseok el que estuviera manejando, ya que sus manos estaban temblando en el transcurso del viaje hacia Damyang. El enfermero no podía conducir y tranquilizar al mismo tiempo al enfermero, el clima no era favorable como para que este se distrajera, puesto que en cualquier momento podría ocurrir un accidente. Hoseok sólo le tendió una mano, la cual el médico apretó fuertemente.

—Calma —le dijo con dulzura, aún faltaba una hora y media de camino y eso era un poco preocupante para el enfermero, ya que la lluvia que los atrapó en medio del camino se hacía cada vez más y más fuerte conforme avanzaban —. Estoy contigo, ¿sí? No pasará nada...

—Si con nada te refieres a que mis padres posiblemente me deshereden y me lancen por un acantilado al presentarte, entonces sí pasará "nada" —el pelirrojo hablaba con histeria, de manera muy rápida, y eso hizo que el enfermero rodara los ojos —. Quiero vomitar.

—Pronto llegaremos, quizás en menos de una hora.

—En una hora puede que mi vómito pase a mis pulmones y ocasione un edema pulmonar y ocasione un coma y moriré y...

—¡Taehyung! —exclamó el enfermero, él también había comenzado a sentirse nervioso —No pasará nada de eso y te aseguro que puedes controlar tus nervios... sólo por una hora más.

El médico asintió y en pocos minutos se quedó dormido. Hoseok estaba burlándose de él en silencio, sabía que su novio no había descansado en toda la noche y ahora todo su organismo le estaba pidiendo descansar. El enfermero también se sentía cansado, pero se encontraba bien, al menos, él sabía que podía tomar el volante y conducir hasta Damyang sin problema alguno.

Una hora y media después, en donde Hoseok tuvo que bajar la velocidad debido a la fuerte lluvia, llegaron ambos sanos y salvos a un hotel que estaba cerca de la gasolinera. Taehyung aún seguía con mareos y sentía ganas de vomitar, además de que su estómago comenzó a doler debido a los nervios, eso le preocupó en demasía al enfermero, así que le pidió que se quedara en el hotel, mientras él se dirigía hacia la pequeña tienda que estaba cerca de la gasolinera.

—No —le respondió, y Hoseok quería regañarlo por su terquedad —. Iré contigo.

—Hay aún demasiada lluvia, no permitiré que vayas. Podrás enfermarte.

—¿Y me lo dices a mí? —el médico se quejó. Tenía el ceño fruncido cuando apuntó hacia Hoseok y su ropa —Creo que deberías cuidar tus palabras, tú también te enfermarás. No pelearé más, iré contigo.

Así que, con un novio necio que llevaba consigo un dolor de estómago, una sombrilla y un traje para la lluvia, ambos se dirigieron hacia la estación de gasolina, caminando un tanto más para que Taehyung pudiera encontrar algo para que tranquilizara sus nervios, además de buscar un poco de comida. Hoseok estaba hambriento y suponía que el médico también, sólo que las náuseas no le dejaban sentir su hambre.

Llegaron empapados a la pequeña tienda. El pelirrojo se quitó con ansias el traje para lluvias lo más rápido que pudo para dirigirse a la primera puerta que vio con el letrero que indicaba que era un baño, corrió hacia este con Hoseok detrás de él diciendo su nombre.

—¿Taehyung? Taehyung... —le llamó el enfermero mientras tocaba la puerta para que le dejara entrar —¡Kim Taehung! Abre la puerta, por favor...

—¿Ocurre algo? —preguntó una ancianita con cara amable, Hoseok no la había visto acercarse y casi se asustaba, sin embargo, este sólo le sonrió y negó con su cabeza.

Para volver a verte (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora