Para volver a verte (Kookmin)

Capítulo veintiséis

—¿Puedo saber qué mierda tratas de hacer? —Namjoon estaba muy serio, casi quería matar a Jungkook con la mirada. Pero Jeon se mantenía tranquilo, ya que lo último que quería era que sus planes se estropearan.

—Pero si tú ya lo sabes, hyung... —dijo en un tono muy inocente, sentándose en una de las sillas que la casa tenía para adornar la parte trasera —¿acaso necesitas que lo diga sabiendo que mi hermano nos puede escuchar? Tú lo decides.

—No entiendo qué es lo que estás tramando —Namjoon entrecerró sus ojos, apretando sus dientes con disgusto. Jungkook se enderezó en la silla, con una sonrisa de burla en sus labios, mientras que el otro médico se encontraba aún de pie —, ¿qué tramas?

—¿Qué tramo? —el pelinegro comenzó a reír un poco alto, bufando y mirando al suelo con mucha autosuficiencia en sus ojos —Te diré qué es lo que tramo: quiero que le digas a mi hermano todas las mentiras que le has dicho.

Namjoon abrió sus ojos, a pesar de ser pequeños, se veían bastante grandes cuando la sorpresa invadió su rostro. Jungkook lo estaba disfrutando, ya que sabía que la confusión del doctor Kim no era más que una máscara.

—No sé quién mierda te ha dicho eso Jungkook, pero yo amo a tu hermano y jamás haría algo para dañarlo, ¡maldita sea! ¿Por qué crees que me casaré con él?

—Creo que no me has entendido —respondió el pelinegro con molestia, ¿cómo era posible que aun así Namjoon siguiera negando todo? Quería tener paciencia, pero el doctor Kim no se la estaba dando —. Quiero que te alejes de mi hermano, no puedo tolerar que alguien como tú esté con él.

—¿Alguien como yo? —el doctor Kim comenzó a reír. Si Jungkook quería jugar de esa manera, entonces le haría caso, al menos hasta que este dejara de hacerlo —No sé qué te hayan dicho de mí, pero te aseguro que lo único que están haciendo es ponerte en mi contra, ¿no ves? Son personas que nos odian, a ambos, son unos hipócritas que sólo quieren tener relaciones sociales para su propio beneficio y ventaja. Quieren visualizarme como el malo, y no puedo permitirlo.

Jungkook lo dudó un momento, pero recordó a todas aquellas personas que había conocido y ninguna se había comportado de la manera en que Namjoon lo estaba mostrando. ¿Llamaría falsedad a la ayuda que le ofreció Young Mi cuando él se lastimó su rodilla? ¿O cuando Taehyung lo defendió de la doctora Shin? No podría considerarlo como tal, y eso fue suficiente para Jungkook como para decirle:

—¿Entonces Kim Taehyung y Park Jimin han inventado tus engaños y el uso de su cuerpo sólo para tenerme en tu contra? ¡Eso tendría mucha lógica! ¿Verdad? Vaya... creí que era el único que pensaba de esa manera. Sinceramente, me pareció una estupidez, pero lo contaron a gran detalle... ¡el cómo los utilizabas y les dabas miedo! Si lo hubiesen planeado, te aseguro que me habría dado cuenta. Ahora olvidas que ya no soy un niño, uno que ya no pueden manejar tan fácilmente.

El rostro de Namjoon de oscureció, dejándose ver solamente dos cuencas vacías que miraban a Jungkook como si hubiesen descifrado su mayor secreto. Y era verdad, este lo había hecho. El doctor Kim suspiró mientras trataba de no dejarse llevar por sus emociones, le respondió de una manera que el pelinegro jamás pensó de parte de él:

—¿Eso es lo que quieres? ¿Separarme de tu hermano? —lo había dicho de una manera tan lastimera que sus ojos comenzaron a expulsar lágrimas de dolor, sin embargo, Jungkook no sentía ni una pizca de tristeza, al contrario, le daba lástima que Namjoon recurriera a esos extremos para lograr lo que quería. Jungkook negó con la cabeza repetidas veces, muy entretenido con la situación.

—Creo que no me has escuchado del todo, hyung, por lo que te lo pondré de esta manera: tienes tan sólo dos días para contarle a Seokjin lo que has hecho y tu infidelidad también. Si no lo haces, entonces se lo diré yo, y será un dolor que tendré que pasar al ver a mi hermano llorar por un imbécil como tú. Tú decides, hyung... te veré en su fiesta de compromiso.