hoodie clown ✧ minsung

❝OO4: Look where you going, Min❞

En muy poco tiempo y cuando yo menos me lo esperé, ya había pasado volando el tiempo y al menos para mí se me hizo lo suficientemente corto, pero aún si hicimos muchas cosas.

Nos reímos, lloramos, nos enojamos y lo que más quería, pasé exitosamente estos años de escuela y ahora, debido a que era nuestro último año me dedicaría a buscar una buena universidad aquí mismo.

Pero, no era lo único, últimamente, he visto crecer un poco más a JiSung, ya es algo maduro -casi, no tanto-, no ha sido mucho pero es ahora más alto -obvio no más que yo-, más inteligente y más lindo, sus facciones se marcaron un poco más, su voz cambió y se ha esforzado en trabajar en su físico, pero jamás deja de usar sus preciosas hoodies.

No lo había hablado con alguien, puesto a que era la primera vez que sentía algo así, así que no sabía exactamente lo que sucedía dentro de mí, pero sí tenía la suficiente valentía para hablarlo con Félix y quizá me ayudaría con ello.

Lo haría está tarde, cuando fuéramos a comer pizza, y sí, iría él y no es que no le tenga confianza, para nada, sólo que creo que sería más conveniente hablarlo con Félix, ya que imagino que ha pasado por algo parecido con ChangBin.

—¡El poste!— lo escuchó gritarme, pues no me había dado cuenta de que me golpearía la cara por andar sumido en mis pensamientos. Paré en seco, viendo a aquel enemigo de dos metros frente mí. —Mira por donde vas, Min.— lo escuché decir cuando estaba a mi lado.

—Hola, bonito.— no me lo tomo personal, pero yo sentía que él era la única persona a la que se merecía ese apodo, y le quedaba bastante bien. —, ¿cómo te fue en biología?— que era la única clase que no llevábamos juntos debido a que podías escoger entre una de las raíces de la ciencia, química, física o biología.  —¿Irás hoy?

—Algo bien, el profesor Im nos quiso hacer destripar a un sapo, pero nos salvó la campana.— los dos nos reímos por aquel comentario, y no era para más, Im Jaebom era algo raro a veces. —Hoy no, JaeSung quiere que le ayude a empacar algunas de sus cosas. 

—Oh cierto. ¿Volverá a Incheon a estudiar artes, no?— recordé que su hermano había estado llevando clases de arte aquí, pero al parecer tiene mucho más talento del que se puede ver a simple vista, y lo transfirieron de nuevo a Incheon.

—Sí, significa que viviré solo ahora.— y por lo que me había dicho, nunca había estado solo aunque fueran un día. Me preocupaba eso, ya que no me creía capaz de dejarlo solo, así que trataría de hacer lo posible para que no se sintiera desolado.

—Mucha suerte con eso. Adiós.— y lo ví alejarse.

Por suerte, Félix estaba esperando por mi, esta mañana lo ví muy impaciente por salir con nosotros y creía predecir que tenía algo que decirnos, aunque aún no sabía que esta vez faltaría nuestro fiel compañero.

Dejaría nada más algunas cosas en mi casillero, no mucho ya que los trabajos que dejan de tarea para mitad de semana, no pueden faltar en mi mochila si es que yo quería graduarme, aunque no hacía falta presentar algunas, por lo que las dejaría. Puse la combinación, y abrí hueco donde estaban mis cosas. 

Dejé mis cosas, libros, papeles, apuntes y luego tomé lo que necesitaría, mi libro de música que no podía faltar y la enciclopedia de historia pero algo tomar este último, algo cayó. Un pequeño papel de color rojo escrito con lapicero azul, bonita letra que no parecía conocida para mí, aún sí, reconozco que tiene letra hermosa:

Hola, MinHo.

Imagino que estás algo confundido, pero no te preocupes, esto será divertido. No te haré daño, ni tampoco soy alguien malo. Yo te juro que lo hago sin malicia, pero cuando escucho tu risa, en mí enciende una chispa. Te ves tan lindo sonriendo mi amor, que ahora por eso conseguiste un admirador..

Hoodie Clown.

Muy bien, ahora tendría que lidiar con ello. Aunque estaba bastante confundido, pero no era el momento, aún tenía que hablar con Felix sobre lo que yo comenzaba a sentir por JiSung, así que doble con algo de cuidado el papel y lo introduje en la mochila, cerré el casillero y comencé a caminar hasta la pizzería.

No estaba tan lejos, por lo que le dije a Felix que se adelantara y pudiera lo que gustase, de todos modos luego de tanto tiempo teníamos una tarjeta que nos hacía un pequeño descuento por ser clientes frecuentes, así que estábamos salvados de pagar el cincuenta por ciento de la comida.

La luz del letrero de la pizzería, alumbraba de color naranja y en la ventana estaba mi amigo, con su celular en la mano, entonces comencé a caminar más rápido. Sabía que no le gustaba estar solo mucho tiempo, por eso traté de llegar hasta donde estaba mi amigo de cabellera castaña.

Al sentarme frente al él me sonrió muy ampliamente y me dí cuenta de que estaba sumamente feliz y yo sabía la razón, la cual tenía nombre y apellido; Seo ChangBin, pero aún sí no bajó el teléfono de sus manos. Imaginé por conocimiento que algo había sucedido, mas aún no dijo nada.

—¿Y el señorito de los plumones?— El año pasado, JiSung llegó con su bolso lleno de plumones, lápices de colores que tenía desde pre-escolar y primaria, pero dejó de llevarlos ya que comenzaron a desaparecer, y porque Félix le apodó señorito de los plumones.

—JiSung no pudo venir hoy, dijo que le ayudaría a su hermano a empacar sus cosas.— expliqué mientras veía a Félix dejar su teléfono de lado. —Somos tú y yo hoy.

La cara de Felix cayó un poco, ya que en lo que llevamos de conocernos se habían vuelto muy cercanos, incluso en ocasiones, él le daba consejos para que usara con su enamorado y este, de vez en cuando funcionaba.

—¿Estás enfermo?— le pregunté y este se extrañó, pero es que estaba muy sonriente desde que aparecí, lo cual es extraño. —Estás muy... sonriente.

—Planeaba contarles, pero la haré mañana, quiero que estén presentes los dos.— dijo ojeando el menú, aunque ya sabía que íbamos a pedir.

—Muy bien, yo sí tengo algo que hablar contigo.— le dije para que me pusiera atención.

—¿Qué?— dijo de la misma manera, sin observarme. —¿Ya aceptaste que te gusta JiSung?— sus labios formaron una sonrisa ladina, aún sin verme, pero, ¿por qué? Ni siquiera yo estaba seguro de lo que sentía. ¿Cómo podría él saberlo?

[Editado; 11/octubre/2020]