❝O1O: That's my locker❞

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A la mañana siguiente, escuché ruidos en la cocina y también un rico olor, así que deduje que Félix estaría haciendo el desayuno por primera vez en mucho tiempo -y no es que no le gustara cocinar, le encanta, sólo que siempre soy yo quien lo hace porque soy el primero en despertar-, así que simplemente comencé a prepararme para ir a la escuela.

Tomé una ducha, me puse mi ropa y mis accesorios, que por lo general a siempre eran mis aretes y mis anillos, mis zapatos y bajé en busca del lugar donde provenía aquel delicioso olor, la cocina, y también la persona que se encontraba en ésta: Félix.

Me pareció algo totalmente extraño y ajeno a mi día a día verlo haciendo el desayuno, con un delantal y tomando del mango de aquel sartén, por lo que yo supuse que algo realmente bueno tuvo que haberle pasado con ChangBin, ayer que estuvo en su casa, para que hoy estuviese de chef en mi cocina, o para que se levantara tan temprano.

Antes de tomara asiento, paseé por la sala en busca de mi mochila, introducí ciertas cosas que necesitaría el día de hoy, pero mi vista fue totalmente desviada del sofá, que era donde se encontraba la mochila, al gran ventanal de mi sala, en la puerta de la casa de JiSung.

Él estaba saliendo de su casa, lo cual también era extraño, pues siempre caminaban juntos hasta su respectivo lugar de estudio. Lo apreció brevemente, unos jeans negros y su típica sudadera, no era muy bueno con los colores pero podría decir que era un color pastel claro, no más y por supuesto no podía salir sus tenis con plataforma, ni tan altas, ni tan bajas.

Félix se asomó y lo vió observándolo. Rodó los ojos y río por el comportamiento de su amigo, sin siquiera pensar que así se veía el también hace un tiempo con el que ahora era su novio.

—Ya está el desayuno.— dijo simplemente y se dió la vuelta para poner los platos en la mesa.

Caminé hasta la mesa y tomé asiento enfrente de mi pecoso amigo. Quién por supuesto me esperaba con una ceja alzada esperando algún tipo de explicación para mis breves acciones.

—No estaba espiando.— me defendí. Pero fue en vano. Félix negó. —¿Sucedió algo con Seo?— pregunté tratando de contraatacar.

—¿Por qué?— dijo un poco alterado y lo noté nervioso. 

—Empecemos porque tú nunca te levantas temprano, menos usas un delantal... sucio. Además, siento tu ambiente diferente, como más... ¿feliz podría decirse?— dije y tomé de mi taza de café que el mismo había preparado.

Félix hizo lo mismo pero no pudo evitar contener la risa mientras tomaba. Estuvo cerca de escupir en mi cara la bebida, de no haber sido que la tragó rápidamente, hubiese desayunado café escupido de Félix. Un asco.

—Lee Félix— le llamé y éste trató de volver su semblante serio, pero la sonrisa que trataba de esconder lo delataba. —¿Qué hicieron? 

La cara de Félix poco a poco se enrojecía, más y más. Siendo más que obvio que se estaba delatando a sí mismo. Tenía una pequeña idea de lo que era, pero no estaba confiado de ello, a menos de que él lo confirmara.

—Lee Félix, no me digas que-

—Pasó sin querer te lo juro, te lo juro, estábamos abrazados y de la nada pasó a otras cosas, pero te juro que no fue planeado, no hasta que de tornó otro ambiente pero, en serio que fue sin planearlo.

Con mi mano me tapé la cara y bajaba la cabeza y la taza al mismo tiempo mientras le escuchaba hablar tan rápido, a veces no le entendía, y había deseado que tal vez esta pudiera haber sido parte de ello, pero no, entendí todo claramente.

—No quiero detalles, Félix— le dije. No iba a mentir, estaba asombrado por el paso que él dió junto al chico, no era repentino de hecho, los dos se conocen desde hace ya unos años, y se amaban. Así que no me preocupé del todo. —Tranquilo, amigo.— Pero de repente recordé algo importantísimo. —¿Usaron protección verdad?

—Obviamente, jamás permitiría que ocurriera algo sin eso.— explicó, ya más tranquilo.

Yo me relajé y continúe degustando de  aquellos alimentos que mi amigo había hecho. Sabía que le gustaba cocinar, pero nunca, en lo que lleva de vivir conmigo, había hecho el desayuno, quizá sí la cena porque ya era de noche y estaba despierto y pero no en sus cinco sentidos.

Llevé el último bocado a mi boca, y el último sorbo de café. Me levanté primero de la mesa, y me dirigí al lavaplatos para encargarme de inutilizado anteriormente, pero antes de que continuara, Félix volvió a llamarme.

—Te escucho.— le dije de espaldas.

—Es que nunca llegue a pensar en decir esto.— terminé de escurrir el plato y lo dejé al lado para que se secara, me dí la vuelta y le puse atención.

—Es que... aún me duele.— y traté de no reírme.

Yo froté mi dedo índice y pulgar en mi frente para comenzar a reír del comentario que él había hecho. No me era de esperarse, antes de que anduvieran le tenía mucho ojo a ChangBin. No permitiría que un cualquiera le hiciera añicos el corazón a mí muchacho. Pero no negaría que se ve bien cuidado, así que no era de esperarse.

Félix solo continuaba con sus labios hechos una cucharita, estaba esperando a que yo le dijera algo reconfortante pero no podía hacer más que reír en ese momento.

—Supongo que es algo normal, así que quédate tranquilo. —le dije cuando mis risas cesaron un poco. —Mira el lado bueno, me ganaste. Ahora dame tu plato, se nos hace tarde.

Una vez fuera emprendimos el camino hasta la escuela, el cual, parecía largo, mas no lo era. No mentiría si digo que no extrañé a JiSung en el transcurso del camino, pero el lado bueno era que lo vería durante todo el día.

Antes de entrar nos pasamos por un puesto de ventas y aproveché a comprar algo para el dolor de Félix y una soda para mí. Y así continuar con el viaje.

Tranquilamente nos encontrábamos en la escuela, caminé hasta el primero lugar que me esperaba, que era obviamente mi casillero, donde sacaría mis cuadernos para la primera clase. Pero a lo lejos divisé a alguien, llevaba puesta una sudadera y estaba metiendo algo a mi casillero y caminé más rápido.

Ese es mi casillero.— y cuando busqué sus ojos y mejor dicho, su mirada, ví que era él.

—MinHo.— susurró al enterarse de mi presencia.

— susurró al enterarse de mi presencia

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[Editado; 02/Noviembre/2020]

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