Advertencia: contenido R18. Si no te gusta por favor, no lo leas.
//////
Rápidamente Sanada se soltó de Raichi ignorando sus quejas y se dirigió a su bolso, tomo su chaqueta de al escuela y envolvió en ésta a Raichi. Lo levanto como un saco de papas, tomo su bolso y el de Raichi y sin que nadie lo notará sé fue de los vestidores en dirección a la calle. Sanada no sabía de donde había sacado la suficiente fuerza para correr con Raichi encima, pero corrio todo el camino ignorando a las personas que los veían con sorpresa. Luego de un rato, llegaron a un edificio de departamentos que parecían baratos, Sanada abrió la puerta de uno de ellos aun con Raichi encima y entró.
Sin importarle quitarse los zapatos, dejó caer los bolsos y se dirigió a una de las habitaciones. Dejo al moreno sobre el futon que estaba en el cuarto, regreso a la salida y cerro la puerta con llave.
Regreso a donde Raichi, el cual abrazaba la chaqueta donde había sido envuelto. Sanada comenzó a quitarse los zapatos y la parte de arriba de su uniforme deportivo, tenía la cara roja y respiraba agitado casi arrancándose las prendas que solo le estorbaban.
Se coloco sobre Raichi, le quito los zapatos y sin darle tiempo a incorporarse lo beso de forma tosca y apresurada, sus manos recorrían el pequeño cuerpo, tocando todo lo que podían. El moreno se aferraba a la ropa de Sanada tratando de seguir el ritmo del beso. Entonces a falta de aire se separo del menor e intento quitarle la ropa, logrando rasgar su camisa dejando ver su piel. El pelinegro no lo pensó dos veces y comenzó a lamerla, su mandíbula le picaba así que dirigió su boca al cuello de Raichi, el cual se estremeció cuando sintió esos dientes sobre él.
— Hueles tan bien — dijo el pelinegro lamiendo el cuello del otro. Estaba tan consumido por las feromonas de Raichi; el haber usado supresores tan fuertes y no dejar salir su aroma natural, había provocado una enorme concentración de feromonas.
En cambio Raichi soltaba gemidos cada tanto por los toques, que no podía (ni quería) callar, era la primera vez que experimentaba eso, así que no sabia como sobrellevarlo, y lo mejor que se le ocurrió fue dejarse llevar por su senpai; esa la razón por la que no ponía resistencia alguna.
El pelinegro tomo la hebilla de Raichi desabrochándola para después quitarle los pantalones y la ropa interior. El Omega ya esta totalmente mojado de su parte tracera, Sanada le abrió las piernas e introdujo sus dedos en la entrada virgen de su kohai. Comenzó a moverlos miraron las reacciones del otro, quien gemía y parecía no soportar el placer que estaba recibiendo.
— Se-senpai — a penas logro decir el bateador cuando los dedos de su senpai tocaron un punto que lo hizo casi literalmente mirar las estrellas, no sabia que era eso, pero le había gustado — ¡Ah! Ahí — dijo entre gemidos sonoros.
— Aquí dices — volvió a tocar ese punto mirando como su lindo kohai se perdía en el placer que le estaban otorgando sus dedos.
La erección del mayor comenzó a dolerle, saco los dedos de esa entrada húmeda y se desabrocho su pantalón sacando su enorme pene, Raichi lo miro, había recobrado un poco la conciencia y se asusto por el tamaño, eso no entraría en él.
Estaba a punto de decir algo cuando de repente sintió como lo giraban dejándolo boca abajo y le levantaban el tracero.
Sentir como el pene de su senpai tocaba su entrada húmeda de dio una descarga electrica que le hizo perder de nuevo la razón, entonces en su cabeza solo estaba la idea de que ese enorme pedazo de carne entrara en él.
ESTÁS LEYENDO
¿Y si no quiero?
FanfictionRaichi es un Omega, pero nadie de su equipo lo sabe. ¿Qué pasara cuando cierto pelinegro lo descubra?. Pareja. Sanada x Raichi. Se hara mención de otras parejas conforme avance la historia. Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Terajima...