CAPÍTULO NUEVE.

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Raichi toco la puerta de su casa, escucho un estruendo y vio como la puerta se abría, dejando ver a su padre. El hombre se novio para dejarlo pasar y luego de eso, cerro la puerta.

Raichi se sentó en lo que se suponía era la sala (no más que unos simples zafutones y una mesa baja) porque ha pesar de que su padre no se lo pidió, sabía que eso quería. Vio al hombre mayor sentarse frente a él.

— Raichi, no te culparé de nada porque sé que no fue tú culpa — Raizou dijo con voz calmada — Dime, ¿qué tan malo fue? — claramente se refería a si había sido marcado.

— Si — el bateador solo dijo eso y estiró el cuello de la camisa que le había prestado Sanada mostrando la marca en su cuello.

Vio a su padre suspirar con resignación. Se tallo la cara y lo miro serio.

— Ya no podemos hacer nada, de todos modos. No te diré que te alejes de Sanada, porque sé que no lo harás ya que son pareja, es tu vida y tienes que hacerte responsable de tus acciones — el bateador se sorprendió, ¿su viejo los había aceptado? Mejor dicho, ya no tenía de otra más que hacerlo.

— Pero quiero que sepas que no estoy de acuerdo, no quería una relación entre ustedes. Solo ten en cuenta que tendremos más problemas para que llegues a la cima, pero supongo que no siempre la vida es fácil — el hombre dijo recordando su propia vida. Abandonado por su esposa con una deuda y un hijo Omega al cual no sabía como guiar. No quería que Raichi sufriera lo mismo, pero pensó que ahora con Sanada tal vez su hijo podría llevar mejor la carga.

— Dicho esto, de mi parte ya no hay problema, ahora debemos esperar para saber que hará la familia de él, cuando hable con su padre se escuchaba muy enojado — suspiro, sólo esperaba que no le pudiera a su hijo romper la marca, ya que sabia que eso era muy doloroso y no quería que Raichi sufriera — Una cosa más, no es como que me importe pero si me importa, dime ¿usaron protección? — Raichi agacho la mirada, esa era una clara respuesta.

El hombre se agarro la cara en desesperación, pero supongo que era inevitable — Estabas en celo así que hay mucha probabilidad, debes decirle que te compre una prueba de embarazo lo más pronto que se pueda, son muy caras y no podemos darnos el lujo de compara una — el hombre solo podía pensar en que esa prueba diera negativo, su hijo a penas tenía diecisiete años y era un tonto como para cuidar de un niño. Pero tenían que esperar al menos una semana para saber la respuesta.

— Si — Raichi solo pudo decir eso, ya se le había olvidado ese punto. Eso dio por finalizada la conversación.

Raizou se levanto y luego de un "vete a dormir" se fue a su habitación dejando al Omega en la sala. Decidió seguir a su padre y se fue a su propio cuatro, se desvistió y se acostó en su futon, ya se había bañado en el departamento de Sanada por lo que ya no tenía necesidad de bañarse. Pero entonces pensó en lo que dijo su viejo, los padres de Sanada estaban muy enojados. ¿Y si le pedían a su Alpha alejarse de él? ¿Y si rompía la marca?.

De repente se empezó a sentir muy triste, tenía miedo, no quería eso. Tal vez antes no lo sentía porque no sabia si su senpai le gustaba, pero ahora por todo lo ocurrido, ya se había dado cuenta que le quería desde mucho tiempo atrás. Simplemente tenía miedo de admitirlo, o era muy tonto para notarlo. Y ahora con pensar en ser alejado de él, le provocaba pánico. Empezo a temblar y se abrazo a si mismo.

— Sanada-senpai — dijo en un susurro y las lágrimas comenzaron a salir. Luego de llorar en silencio por un rato más, se quedo dormido.

¿Y si no quiero?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora