SEAMOS ERÓTICOS ❴RAYEMMA +18❵

O1

Ambos amigos trabajaban en la misma empresa Ratri. Hace unas semanas Ray se volvió el superior de Emma, y Emma... Tenía una relación con Norman.

–Cariño...– Tocaba algunas partes del cuerpo de Norman mientras este observaba la pantalla de su móvil.

Cuando apagó este se acomodó en la cama apunto de dormir y Emma lo seguía tocando.

–Lo siento cariño... Estoy cansado.– Se puso triste, desde que está con Norman esté le dejó de poner atención, nunca tuvieron sexo. Emma dejo de tocarlo para tomar su lugar y dormir.

Cuando se levantó se arregló e hizo sus cosas para salir a su trabajo.

Entró al elevador al mismo tiempo que su amigo, compañero y superior, Ray.

–Buenos días Ray.– él le devolvió el saludo. En ese entonces entraron más personas, el lugar se llenó y Emma estaba incómoda.

Entró una persona más empujando a Emma hacía atrás, chocando con alguien. Se maldijo internamente, esas personas empujaban mucho haciendo que chocará con la persona de atrás.

Abrió sus ojos, sintió un bulto detrás de ella, las personas empujaban más sintiendo que ese bulto se hacía más grande, gimió, cuando la persona de atrás acariciaba su clítoris sobre la ropa.

Al parecer nadie lo notaba, ya que estaban volteados, leyendo o atendiendo llamadas.

Chilló tapando su boca cuando sintió que la persona de atrás apretaba sus pechos mientras sentía el bulto crecer más y más.

Sacó de la blusa de Emma sus grandes pechos acariciando y pellizcando sus pezones con fuerza, y eso a Emma le excitaba.

Dejo los pechos y levantó la falda de Emma, haciendo de lado las bragas de ella, metiendo un dedo, Emma gimió ante eso, dolía un poco pero estaba muy mojada, no sabía que persona era la de atrás pero la excitaba mucho.

Iba a gemir pero tapó su boca, la persona metió otro dedo más, moviéndolos como tijeras mientras se adentraba más, Emma tapó su boca, se hizo hacía delante, donde sus pechos chocaron con la fría pared. La persona metió otro dedo haciendo embestidas muy fuerte.

Emma gemía en su boca, claro, muy bajo, mientras sus pechos eran acariciados por la fría pared, se sentía tan bien, en eso se corrió en los dedos de aquella persona. Sintió que limpiaban sus jugos con un pañuelo cuando salían, arregló su falda sin mirar atrás, Avergonzada. Fue lo más extraño que pudo haber pasado ese día, se sintió tan bien.

CONTINUARÁ...

-Akiko.