Capítulo 21

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Su mirada fija en su amada mostraban millones de sensaciones, no sabía que decir, tenía sus manos atrapadas en su cintura aún sentados en el suelo, vio las mejillas de su compañera ponerse rojas, miro en sus ojos violetas ese deseo por él y fue suficiente para que el la alzará y la pegará contra la pared, subió sus piernas que por inercia ella enrollo en su cintura, la beso con frenesí, sin un mañana y solo ella, en la oscura y fría sala de entrenamiento, posó sus manos en sus piernas para masajearlas mientras ella ponía las suyas en su espalda desnuda, fue hasta que el dio el primer movimiento contra su entrepierna, haciendo tensar ambos cuerpos y sacando un pequeño gemido de la demonesa quien se aferro a su cabello por los siguientes movimientos de su compañero que no paraba de restregar su miembro contra su su intimidad , sentía como sus dedos se enterraban en sus blancas piernas. Ambos seguían con el beso que cada vez se intensificaba más, sus lenguas jugaban y se adentraban en el fondo de sus gargantas, el se separo levemente, le empezó a quitar la blusa y de un jalón acabo con el brassier que le interponía ver aquellos formados y generosos cenos, sin dudarlo tomo uno de ellos y los llevo a su boca, provocó un quejido de la demonesa al sentir los dientes y lengua del chico succionarle su pesón, agarró su cabello con fuerza.
—Da..Damian- se quejó, la otra mano de Damian fue bajando hasta llegar al pantalón de la demonesa, zafó el botón sin despegar sus intimidades, nuevamente apretó contra ella, ya no podía más, la miro fijamente y al estilo nupcial salió de la sala de entrenamiento atacando su boca, mientras lo hacia, se deshacía del pantalón de la chica que aventó a las escaleras, sus brazos no dejaron de tocarla, de rozar cada parte de ella, tan rápido habían llegado a su habitación, el la empujó suavemente y en un movimiento rápido se quitó el pantalón, a Ráven no le dio tiempo de reaccionar pues Robín nuevamente se encontraba encima de ella besándole el cuello,
—Raven..no sabes cuanto deseé esto- repartió  besos en todo su pecho, ella solo atinaba a rozar su cabeza en su cabello por la sensación tan placentera, tocaba esos brazos tonificados y los apretaba con encanto, un escalofrío paso por su mente al sentir como su última ropa interior rozaba sus piernas, Damian volteo a verla con una mirada digna de un Wayne y sólo bastó eso para que la mitad demonio resurgiera haciendo que cada vez perdiera el control, al no sentir nada en su cuerpo y solo las manos de su amado en sus piernas, se reincorporó y lo beso salvajemente y en un movimiento rápido se puso encima de él, la mirada de una sonrojada y tierna Raven ya no estaba, sino ahora una mirada seductora que desconcertó a Damian pero que excitaba al mismo tiempo y su entrepierna era prueba de ello, Raven atrapó con sus manos las de él y las puso por encima de su cabeza, acomodó sus piernas por encima del bóxer del chico y le lanzó una mirada que de alguna manera lo estaba preocupando.
—¿Raven te si….ahhhh - sus palabras fueron removidas al sentir como ella rozaba su intimidad contra él con fuerza.
—Ahhh Damian!- esta vez fue ella quien gimió,  no paraba de moverse contra él, sus manos seguían en las suyas y eran como apoyo para el choque más profundo de sus intimidades, ambos cerraron los ojos para mejor disfrute.
De pronto sus cuerpos comenzaron a tensarce, al mismo tiempo Damian sintió mas fuerza de lo normal en las manos de su amada, pero no le importo ya que su cuerpo comenzaba a temblar con el de ella al sentir la sensación del clímax estar cerca, sintió los labios de Raven adueñarse de los suyos y en un grito feroz que alimento su garganta se había venido encima de él, antes de pudiera abrir sus ojos para observarla, su zona íntima sintió el aire fresco de la habitación pues su amada con su magia se lo había quitado, era un deleite para ella y un advertencia para él.
Antes de que ella pudiera tocar lo prohibido, el abrió los ojos completamente y con su fuerza logró voltearla sin percatarse que el color claro de su amada estaba desapareciendo.
—Espera- tan rápido como lo dijo salió corriendo de la habitación.
—¿Qué?- la chica aclaró sus pensamientos pues la ausencia de Damian la habían de vuelto un poco de razón, se levantó de la cama viendo la puerta confusa," ¿a dónde fue?".
Prendió la luz y se fijo en el espejo, hizo una cara de horror al ver todo su cuerpo de color rojo, quito su vista del espejo y se hecho a la cama enredándose entre las sabanas, trató de calmarse y meditar para poder regresar a su color normal.
—Raven…-las manos de robin se colocaron en su brazo cubierto por la sabana, ella miro sus manos su piel había vuelto un poco a la normalidad, así que saco su cabeza de la sabana para ver eso ojos esmeraldas.
—¿A donde fuiste?- su pregunta no fue contestada, solo como un avergonzado Damian levantaba su mano mostrándole un sobre, no era necesario saber que era, Kori alguna vez le contó sobre los anticonceptivos para evitar embarazos no deseados, como no pensó en eso, ella se apenó un poco y el le sonrió.
—Y bien, ¿Quieres seguir?- las palabras de Damian interrumpieron sus pensamientos.
Ella sonrió, ahora Damian miraba a una apenada, sonrojada y tierna Raven no la de hace unos minutos, pero si algo sabía era que le  encantaban todas esas miradas.
Despojo un poco la sabana, le beso su hombro, y fue bajando junto con la sabana para quitarla y dejar su cuerpo desnudo ante sus ojos, ella no dijo nada y solo disfrutó los besos que le repartían por todo su cuerpo, los brazos de Damian la agarraron para acomodarla debajo de él, sintió que ya no la agarraba y escuchó el sonido de aquel preservativo abrirse, se puso un poco nerviosa, y medio abrió los ojos curiosa.
Lo primero que sus ojos captaron fue ese notorio miembro en el cual Damian pasaba su mano poniendo el condón, no se había dado cuenta de que Raven lo miraba y fue cuando ella abrió completamente sus ojos, nuevamente sintió ese calor recorrer su piel, agarro la cintura de su compañero con sus piernas y fijaron ambos ojos…
—Damian…-susurro en su oído…soy tuya ahhhh- sintió como su compañero rozaba su intimidad en sus labios bastante húmedos. Lentamente Damian fue adentrándose en ella para no lastimarla.
—¡Ah!- pero todo fue interrumpido cuando la propia Raven empujó con fuerza su cintura para que por fin el estuviera dentro de ella, se esperaron para que sus intimidades  se acostumbraran, ella dio el primer empujón indicando que estaba lista, Damian le paso un dedo por la mejilla. —Te amo Raven- la embistió suave y lentamente, agarró sus manos tiernamente mientras le besaba su cuello, quería disfrutar cada parte de ella lentamente, pero para la demonesa esa no era intención, cada embestida, cada beso, cada caricia, cada maldita embestida…
Su sudor
Su aroma
Su cuerpo
Su ser
"Es el infierno más precioso"
Volteo quedando encima de él y comenzó a moverse, el la tomo por lo glúteos para ayudarla, gemidos y gritos resonaban en toda la habitación, gemidos que se convirtieron en gruñidos extraños por parte de Raven, quien había perdido la cordura dejándose llevar, la zafiro ahora gritaba sin parar, su piel roja brillaba en medio de las sabanas negras y sus ojos miraban a su hombre, su Damian.
—Ah, Raven…sigue….-su agarre se hizo mas fuerte alzándola para bajarla a su antojo, en su delirio de placer no se había dado cuenta de lo que estaba frente a sus ojos que ya podía observar por la luz prendida. Fue hasta que abrió completamente los ojos, no dijo nada, sólo observó como su querida Raven arqueaba la espalda gritando su nombre y moviéndose sin parar…el recorrió su piel rojiza con sus manos, era hermosa de las dos maneras, subió sus manos hasta su cintura y la acercó bruscamente para que quedaron viéndose fijamente, cuatro ojos frente a sus ojos era fascinante, su amada Raven, su querida demonio, su mayor perdición, la tentación.
Todoooo.
La beso, sus labios jugaron varios momentos con los de ella, sintió un liquido salado en su lengua, y un ligero ardor en sus labios, Raven lo había mordido, la miró, su sangre se encontraba en los labios de la demonesa y esta los chupó descaradamente, la volteo con fuerza más excitado que nunca, tomó sus piernas para poder penetrarla otra vez….las uñas de Raven se clavaron en su espalda  arañando de arriba hacia bajo, el chico gemía de excitación y dolor, la sangre corrió como al mismo tiempo su líquido en el condón, pues se había venido y por consiguiente su amada le repartió besos y mordidas en todo su cuerpo, no sabía como estaría mañana, pero valdría la pena cada maldito  segundo….

Lo sé, me he tardado en actualizar pero la Uni me esta matando estoy en exámenes y exposiciones y la verdad me cansaba y no escribía.
Pero bueno, la verdad escribí con mucho cariño este capítulo xd, me encanta escribir lemon jajaja, no soy tan buena pero hago lo que puedo y trató de mejorar. Saludos.

ERES MÍA. (DAMIRAE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora